Una afectada por el brote masivo de salmonela en un festival en Galicia: “Aquella tortilla sabía a marisco”

Al menos uno de cada nueve asistentes a un pequeño festival de música y gastronomía apenas conocido (hasta ahora) incluso dentro de Galicia, el Trasan Fest de Oza-Cesuras (A Coruña), cayó enfermo en pocas horas por un brote fulminante de salmonelosis. No habían pasado más que cuatro horas desde que, a eso de las dos de la madrugada del domingo, la pandilla de la madrileña Alba Alonso había compartido una tortilla de patatas bastante cruda cuando uno de sus amigos empezó a vomitar. El grupo, 20 jóvenes de varios puntos de España y del extranjero unidos por un pasado universitario en Inglaterra, inauguró así una pesadilla que todavía no ha acabado y que probablemente se alargará un par de semanas, hasta que puedan recibir el alta las amigas que se encuentran en peor estado.

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 Ascienden a 41 las personas ingresadas, entre las más de 150 infectadas, en el Trasan Fest de Oza-Cesuras  

Al menos uno de cada nueve asistentes a un pequeño festival de música y gastronomía apenas conocido (hasta ahora) incluso dentro de Galicia, el Trasan Fest de Oza-Cesuras (A Coruña), cayó enfermo en pocas horas por un brote fulminante de salmonelosis. No habían pasado más que cuatro horas desde que, a eso de las dos de la madrugada del domingo, la pandilla de la madrileña Alba Alonso había compartido una tortilla de patatas bastante cruda cuando uno de sus amigos empezó a vomitar. El grupo, 20 jóvenes de varios puntos de España y del extranjero unidos por un pasado universitario en Inglaterra, inauguró así una pesadilla que todavía no ha acabado y que probablemente se alargará un par de semanas, hasta que puedan recibir el alta las amigas que se encuentran en peor estado.

A partir de las seis de la mañana, acogidos en las casas familiares de dos compañeros gallegos, los chicos fueron cayendo como fichas de dominó, 17 de los 20. Un carrusel imparable de vómitos y diarreas, además de fiebre, los fue empujando, primero, hasta el centro de salud más cercano. Pero ante lo exagerado de los síntomas acabaron siendo derivados al Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC). Afortunadamente, algunos podían conducir, y también fueron asistidos por los padres de los amigos que los acogían en Galicia. “Fuimos un poco tontos, porque aquella tortilla nos sabía a marisco”, comenta la chica de 24 años que ha accedido a atender a EL PAÍS para contar en primera persona lo padecido. “Podía ser porque en otra zona de la barra hubiera habido paella”, sigue: “La verdad es que la comimos porque a esas horas de la noche ya no quedaba mucha cosa… solo hamburguesas y tortilla. Pero está claro que la tortilla de Betanzos [poco hecha] no está pensada para los días a 32 grados de temperatura”. El Trasan Fest se celebró el 27 y el 28 de junio, en plena ola de calor.

La Consellería de Sanidade cifra ahora en 41 las personas que están ingresadas y en 150 los infectados, aunque el martes elevaba la cantidad a 162 (según la Xunta, 12 casos estaban duplicados en el anterior recuento). En estos números, apunta Alba Alonso, una poeta que vino al lugar de Trasanquelos (Oza-Cesuras) para la cita anual con sus amigos, es posible que no entren varios de sus compañeros. Como aquellos integrantes de su pandilla que volaron a Londres nada más acabar el festival. Los dos amigos están pasando la salmonelosis allá, donde el sistema sanitario, en lugar de hospitalizarlos, los ha mandado para casa con la indicación de “que se hidraten y tomen paracetamol”. También marcharon inmediatamente, infectados, dos amigos de Granada y otro de Madrid “que se desmayó en su casa cuando estaba solo”.

Intoxicación salmonelosis en festival Trasan Fest en A Coruña

“Aquí, en cambio, nos hacen controles continuos, análisis de sangre y cultivos; nos suministran suero, antibiótico, analgésico…”, describe la paciente, que sin embargo se ha pasado tres días en Observación con otro par de amigos “porque no había camas” en planta. El grupo de WhatsApp de los compañeros —unos en casa, otros hospitalizados; unos más graves, otros a punto de recibir el alta— hierve desde el domingo. Creen que el brote “colapsó” las previsiones del área sanitaria, con enfermos de salmonelosis repartidos entre centros públicos y privados. No obstante, desde el CHUAC un portavoz oficial niega que la crisis de las tortillas con salmonela los haya “desbordado”.

“Ha aumentado la actividad de forma puntual, pero se ha asumido sin ningún problema”, asegura esta fuente, “el tiempo de espera, en este caso, depende de la evolución del paciente. Una vez diagnosticado, se le administra el tratamiento y se ingresa en Observación de Urgencias un tiempo prudencial” para ver cómo responde. Si la evolución es favorable, recibe el alta. “Si por el contrario la evolución no es la esperada y precisa otro tipo de tratamiento, se ingresa en planta”.

Este grupo de afectados lamenta que “nadie” de la organización del Trasan Fest se haya puesto en contacto con ellos. “Es un festival muy tranquilo, van incluso niños, y nos lo pasamos muy bien, pero no quiero volver a ese sitio”, reconoce Alonso: “Han difundido un teléfono y una dirección de correo electrónico para resolver dudas, pero las dudas no las tenemos los infectados… las dudas las deberían tener ellos [los organizadores]”. Y frente a la versión dada por los responsables del puesto de tortillas, que aseguraban en algunos medios que las iban cocinando a medida que el público las iba pidiendo, el testimonio de este grupo de amigos insiste en que cuando llegaron al mostrador “había 12 tortillas hechas” y “los huevos estaban a la vista”.

Entre el grupo de amigos, incluso los que menos comieron (Alba, “un tenedor”, y su novio, “dos tenedores”) acabaron en Urgencias. Y señalan que no solo fueron las tortillas de la noche las que pudieron estar malas, sino las que se despacharon a lo largo del día. “Dos amigas embarazadas se fueron pronto a casa y también se sintieron mal”, cuenta. La intensidad de la salmonelosis, en ellos, ha sido muy dispar. Las más graves son otras dos jóvenes a las que “se les pasó la infección a la sangre”, cuenta Alonso, por lo que están siendo tratadas en otra sección del hospital.

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