El nacionalismo catalán lo aprovecha todo. Incluso, las habaneras. Dejando a un lado el embrollo ocasionado por un documental elaborado y emitido por TV3, que dio lugar a que el Ayuntamiento de Palafrugell retirara ‘El meu avi’ del programa de cantada de habaneras en Calella de Palafrugell; dejando a un lado el asunto en sí, el nacionalismo catalán se valió de la coyuntura para poner en circulación una réplica de El meu avi titulada L´avi Quim no va anar a Cuba. El razonamiento nacionalista del cambio de la habanera, que se divulgó rápidamente por las redes sociales: no a ‘El meu avi’, porque narra la épica de unos soldados catalanes que se fueron a Cuba, «a bordo del Catalán, el mejor barco de guerra de la flota de ultramar» a defender la colonia española y allí «murieron en cubierta, murieron a pie de cañón». A ver. ¿Por qué los catalanes han de defender a España y sus colonias? ¿Por qué los catalanes han de subir a un barco español de la flota de ultramar? Sigue la humillación, ¿por qué los catalanes han de celebrar la salida del barco con «un quemado y un «¡Viva, viva, Cataluña!»? La respuesta nacionalista consiste en olvidarse del abuelo que fue a Cuba y apostar por el abuelo Quim –ese sí que era catalán de verdad- que no fue a Cuba. ¿Por qué? Porque, «los cubanos no quieren ser más de España, quieren hacerse independientes» y «qué se nos ha perdido en Cuba, porque tenemos que dar la sangre, decid que no catalanes» y sabed que «Cuba es una tierra libre, tiene derecho a la libertad» y «levantemos una bandera en la cima de Montserrat». La última estrofa: «¡Viva, siempre, Cataluña, y el buen Dios, que nos lo ha dado!» Vale decir que la pieza se inicia a ritmo de habanera y acaba a ritmo de sardana. Aunque no se lo crean, el texto es de 1996. Finalmente, el público y los cantantes de Calella de Palafrugell desobedecieron la prohibición de la Alcaldesa de Palafrugell –ella dice que no prohibió nada- y cantaron El meu avi. Esa habanera belicista y españolista que lamenta la independencia de Cuba y enaltece el valor y el patriotismo de los soldados españoles-catalanes que salieron de Cataluña. Ni más ni menos que del Baix Empordà. No todo está perdido. El nacionalismo catalán lo aprovecha todo. Incluso, las habaneras. Dejando a un lado el embrollo ocasionado por un documental elaborado y emitido por TV3, que dio lugar a que el Ayuntamiento de Palafrugell retirara ‘El meu avi’ del programa de cantada de habaneras en Calella de Palafrugell; dejando a un lado el asunto en sí, el nacionalismo catalán se valió de la coyuntura para poner en circulación una réplica de El meu avi titulada L´avi Quim no va anar a Cuba. El razonamiento nacionalista del cambio de la habanera, que se divulgó rápidamente por las redes sociales: no a ‘El meu avi’, porque narra la épica de unos soldados catalanes que se fueron a Cuba, «a bordo del Catalán, el mejor barco de guerra de la flota de ultramar» a defender la colonia española y allí «murieron en cubierta, murieron a pie de cañón». A ver. ¿Por qué los catalanes han de defender a España y sus colonias? ¿Por qué los catalanes han de subir a un barco español de la flota de ultramar? Sigue la humillación, ¿por qué los catalanes han de celebrar la salida del barco con «un quemado y un «¡Viva, viva, Cataluña!»? La respuesta nacionalista consiste en olvidarse del abuelo que fue a Cuba y apostar por el abuelo Quim –ese sí que era catalán de verdad- que no fue a Cuba. ¿Por qué? Porque, «los cubanos no quieren ser más de España, quieren hacerse independientes» y «qué se nos ha perdido en Cuba, porque tenemos que dar la sangre, decid que no catalanes» y sabed que «Cuba es una tierra libre, tiene derecho a la libertad» y «levantemos una bandera en la cima de Montserrat». La última estrofa: «¡Viva, siempre, Cataluña, y el buen Dios, que nos lo ha dado!» Vale decir que la pieza se inicia a ritmo de habanera y acaba a ritmo de sardana. Aunque no se lo crean, el texto es de 1996. Finalmente, el público y los cantantes de Calella de Palafrugell desobedecieron la prohibición de la Alcaldesa de Palafrugell –ella dice que no prohibió nada- y cantaron El meu avi. Esa habanera belicista y españolista que lamenta la independencia de Cuba y enaltece el valor y el patriotismo de los soldados españoles-catalanes que salieron de Cataluña. Ni más ni menos que del Baix Empordà. No todo está perdido.
EL OASIS CATALÁN
La respuesta nacionalista consiste en olvidarse del abuelo que fue a Cuba y apostar por el abuelo Quim
El nacionalismo catalán lo aprovecha todo. Incluso, las habaneras. Dejando a un lado el embrollo ocasionado por un documental elaborado y emitido por TV3, que dio lugar a que el Ayuntamiento de Palafrugell retirara ‘El meu avi’ del programa de cantada de habaneras en … Calella de Palafrugell; dejando a un lado el asunto en sí, el nacionalismo catalán se valió de la coyuntura para poner en circulación una réplica de El meu avi titulada L´avi Quim no va anar a Cuba.
El razonamiento nacionalista del cambio de la habanera, que se divulgó rápidamente por las redes sociales: no a ‘El meu avi’, porque narra la épica de unos soldados catalanes que se fueron a Cuba, «a bordo del Catalán, el mejor barco de guerra de la flota de ultramar» a defender la colonia española y allí «murieron en cubierta, murieron a pie de cañón». A ver. ¿Por qué los catalanes han de defender a España y sus colonias? ¿Por qué los catalanes han de subir a un barco español de la flota de ultramar? Sigue la humillación, ¿por qué los catalanes han de celebrar la salida del barco con «un quemado y un «¡Viva, viva, Cataluña!»?
La respuesta nacionalista consiste en olvidarse del abuelo que fue a Cuba y apostar por el abuelo Quim –ese sí que era catalán de verdad- que no fue a Cuba. ¿Por qué? Porque, «los cubanos no quieren ser más de España, quieren hacerse independientes» y «qué se nos ha perdido en Cuba, porque tenemos que dar la sangre, decid que no catalanes» y sabed que «Cuba es una tierra libre, tiene derecho a la libertad» y «levantemos una bandera en la cima de Montserrat». La última estrofa: «¡Viva, siempre, Cataluña, y el buen Dios, que nos lo ha dado!» Vale decir que la pieza se inicia a ritmo de habanera y acaba a ritmo de sardana. Aunque no se lo crean, el texto es de 1996.
Finalmente, el público y los cantantes de Calella de Palafrugell desobedecieron la prohibición de la Alcaldesa de Palafrugell –ella dice que no prohibió nada- y cantaron El meu avi. Esa habanera belicista y españolista que lamenta la independencia de Cuba y enaltece el valor y el patriotismo de los soldados españoles-catalanes que salieron de Cataluña. Ni más ni menos que del Baix Empordà. No todo está perdido.
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