El también líder de IU asegura que «hay razones» para dar la batalla política en Andalucía y que se puede dar «un vuelco» Leer El también líder de IU asegura que «hay razones» para dar la batalla política en Andalucía y que se puede dar «un vuelco» Leer
Antonio Maíllo, el flamente candidato a la Junta de Andalucía de la coalición Por Andalucía -IU, Sumar e Iniciativa del Pueblo Andaluz- se ha estrenado como cabeza de lista este viernes con un mensaje directo a Podemos, que hasta ahora se mantiene al margen de cualquier candidatura de unidad de la izquierda: «Quien se quiera incorporar va a tener las puertas abiertas».
Un día después de que se filtrara su designación como candidato del bloque de izquierdas a las elecciones autonómicas de 2026, el también coordinador federal de IU ha querido llamar a la unidad de este espacio, más fracturado que nunca cuando los comicios ya están a la vuelta de la esquina.
Ha insistido en que la suya es «la única candidatura unitaria que abraza a aquellos que quieran unir sus esfuerzos para construir una alternativa en Andalucía y para echar al Partido Popular de los gobiernos de recortes sociales y de gran privatización de los servicios públicos que ha hecho durante estos ocho años, y quien quiera estar va a ser bienvenida».
Detrás del guiño de Maíllo está el hecho de que solo tres partidos -IU, Sumar e Iniciativa del Pueblo Andaluz- se han unido hasta el momento en la coalición de Por Andalucía, de la que en la última convocatoria electoral, la de 2022, también formaron parte Verdes-Equo y Alianza Verde y a la que se unió, in extremis, Podemos.
En esta ocasión, el partido que dirige Ione Belarra ha expresado desde el primer momento su intención de acudir en solitario a las urnas, enfrentado abiertamente a Sumar y a su líder, Yolanda Díaz, y estableciendo líneas rojas de difícil cumplimiento para sumarse a cualquier alianza, sobre todo la ruptura de IU con Sumar y con el gobierno de coalición que encabeza Pedro Sánchez.
De hecho, la dirección nacional de Podemos está imponiendo su criterio por encima de quienes, dentro de la formación en Andalucía, sí defienden la idoneidad de seguir formando parte de Por Andalucía. En ese sentido, Belarra ha señalado como su candidato al ex guardia civil Juan Antonio Delgado, con un objetivo claro: torpedear cualquier intento de sumarse a la coalición de izquierdas.
Mientras, el líder de IU ha recalcado que el proceso en Por Andalucía no se va a parar para esperar a nadie y que, antes al contrario, va a avanzar «como un turbo» a partir de este momento y se ha mostrado convencido de que, ahora sí, hay posibilidades para que en la comunidad andaluza se produzca un «vuelco» político.
«Hay razones más que suficientes para construir la esperanza en que en Andalucía podamos dar la vuelta y le demos un vuelco a una pretensión de elecciones en el que la derecha y la extrema derecha estaban con una seguridad pasmosa de que iban a seguir renovando el gobierno andaluz», ha dicho Maíllo en su presentación como candidato en Sevilla, donde ha estado arropado por los dirigentes de las tres formaciones que integran Por Andalucía.
Ha sido también muy claro a la hora de señalar que la aspiración del bloque que lidera es formar parte del futuro gobierno de la comunidad, apuntando a un escenario en el que la suma de los escaños de los partidos de izquierda pueda desbancar al PP y conformarse un gobierno encabezado por el PSOE de María Jesús Montero.
«Somos un proyecto que queremos gobernar, queremos arremangarnos y establecer alianzas con otras organizaciones para hacer un gobierno de nuevo cuño que combata las políticas y haga acabar con el periodo político del PP», ha reiterado Maíllo, quien se ha comprometido, además, a permanecer en Andalucía pasadas las elecciones del año que viene.
Seguirá siendo, ha manifestado, coordinador federal de Izquierda Unida, un cargo al que llegó en 2024 y que no piensa abandonar aunque vaya a ocupar un escaño en el Parlamento andaluz, con la aspiración de permanecer toda la legislatura, los cuatro años. Él se va a quedar en la región «donde vivo» y ha defendido que ha quedado demostrado que es posible «tener una responsabilidad federal desde Sevilla», que «no hay que estar en Madrid para tener una responsabilidad de proyecto de país».
Ha decidido volver a la política andaluza -se marchó en 2019 aquejado por problemas de salud-, ha detallado, convencido de que es el momento actual es decisivo y de que «toca dar la batalla». Así, ha dicho, «se abren» unas elecciones «que parecían estar cerradas, que estaban instaladas en un cierto conformismo y resignación«.
«Se abre la batalla en Andalucía, y desde luego lo que se decida» en esta comunidad «va a tener repercusiones en el resto del país», ha augurado Maíllo, señalando que esta región «es primera línea definitoria del modelo para el resto de España».
Su decisión, que ha tomado después de recbibir numerosas propuestas de «tantas organizaciones colectivas, incluso actores sociales, a título individual», quizás sea, a su juicio, «la más acertada» de toda su trayectoria política, seguro de que tiene una «misión y vamos a jugárnosla» en un momento histórico «tremendamente grave». No quiere, ha añadido, que en el futuro próximo «desaparezcan las posibilidades de la mayoría social pata tener un desarrollo digno, educativo, de inserción social, de vivienda asequible o de sanidad».
En este punto ha arremetido contra el gobierno del PP que encabeza Juanma Moreno, cuya gestión de estos años ha calificado como «una pesadilla», marcado por la «transferencia a la privatización de los servicios públicos y el abandono de las herramientas fundamentales del estado autonómico».
Maíllo ha destacado que su paso adelante también se ha producido porque se encuentra en un buen estado de salud, tras dejar atrás el cáncer de estómago que le diagnosticaron hace casi una década. «El sentirme fuerte, afortunadamente, y la salud ha sido lo que me ha determinado a dar el paso, y un profundo sentimiento de gratitud porque yo soy producto de una buena sanidad pública que sana y que, por tanto, permite vivir», ha apostillado Maíllo.
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