Palma de Plata a Luis el Zambo

El cantaor jerezano recibió la máxima distinción flamenca de la ciudad de Algeciras Leer El cantaor jerezano recibió la máxima distinción flamenca de la ciudad de Algeciras Leer  

Espectáculo: XXXIII Palma de Plata Ciudad de Algeciras. A Luis el Zambo / Al cante: Luis el Zambo, Angelita Montoya y Manuel Peralta / Al toque: Domingo Rubichi, José Manuel Tudela y Juan Benjumea / A las palmas: Luis de Rebeco, Tate Núñez, Kisko Alonso, Guillermo Campos y Manuel de la Lole / Productor: José Luis Lara / Lugar y fecha: Teatro Municipal Florida, de Algeciras. 21 de noviembre de 2025

CALIFICACIÓN: ***

El mayor honor flamenco de Algeciras, donde coinciden Ayuntamiento y el tejido asociativo, es la Palma de Plata, acreditada distinción que principió en 1989 y que, si bien en sus cuatro primeras ediciones fueron entregadas a través de un concurso, el resto hasta la actualidad han sido concedidas tanto a figuras legendarias que hicieron historia, cuanto a maestros contemporáneos y/o aquellos otros que aportan un sello singular al género jondo.

Es el caso de Luis el Zambo (Jerez de la Frontera, 1949), mote heredado de su padre Joaquín, pero con ascendencia flamenca y gitana que se remonta al último tercio del siglo XVIII, con lo que Algeciras no solo ha galardonado a la voz que hoy marca la travesía de la gloria cada vez que marcha recto hacia la almendrilla de los cantes, sino también a quien nos retrotrae a una tradición familiar que es fuente de admiración como principio de la sabiduría.

Pero la noche la abrió el cantaor local Manuel Peralta, con dosis de juventud y haciendo una lectura tradicional y coherente por soleá, para continuar por tientos-tangos con falta de solvencia en los tonos altos, y esplendente por seguiriyas dedicadas al gran José Luis Vargas Quirós, alcanzando la despedida con unas bulerías en las que aportó una dicción transparente y gran proyección musical, considerando que donde se mejor se mueve es en el registro central y no en los registros agudos.

Llegado el acto del homenaje, Carlos Vargas, presidente de la Sociedad del Cante Grande, abrió un amplio abanico de argumentos para justificar el reconocimiento de la Palma de Plata Ciudad de Algeciras, en tanto que el alcalde de tan flamenca tierra, José Ignacio Landaluce, acompañado de Pilar Pintor, teniente de alcalde delegada de Cultura, expuso su compromiso de promoción de lo jondo -ahí está el Centro de Interpretación Paco de Lucía- , siendo el mandatario de la ciudad quien puso en manos de Luis el Zambo el trofeo que honra a los flamencos cabales.

Y en sentimiento de gratitud, el jerezano del barrio de Santiago abrió su garganta para establecer una intachable línea por martinete sobrada de temperamento, esbozó con genialidad la bulería para escuchar y aportó un fraseo crispado a la seguiriya y la soleá, en las que convenció por instinto dramático e implicación emocional.

Luis el Zambo no se desvaneció en la ansiedad de su aporte heredado pero con un discurso expresivo propio, redondeando su propuesta con la riqueza de los balances de unas bulerías jerezanas en las que abrió su imaginario de corte indiscutiblemente clásica y familiar, reelaborada por momentos con sorprendente contención, y proponiendo un viaje fascinante a través de la profundidad de su cante y la fantasía de las variantes.

Y al cierre, la cantaora sevillana Angelita Montoya, que ofreció una actuación de fresca expresividad y muy completa, merced a la presentación que hizo por tientos-tangos, cautivando al personal por soleá, dando resplandor a los fandangos, pero deslumbrando al auditorio con unas bulerías en las que transmitió el correlato íntimo de sus intenciones, cautivando por la agradable capacidad de su treno y por el impresionante eco de su voz, a los que sumamos la claridad de la articulación del fraseo y el énfasis que puso en los tercios más luminosos.

Hay que señalar, en conclusión, el papel destacado de las guitarras de la noche, que fueron deshilachando los matices de la terna cantaora con complacencia y justeza, a más de una organización que acogió con el habitual cariño y respeto a Luis el Zambo, el cantaor que, escoltado por toda su familia, ha dado brillo a la Palma de Plata 2025 con una actuación que quedará para el recuerdo y que fue recibida con vítores por un público enfervorecido y plenamente agradecido al finalizar la gala.

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