Álex Márquez, un subcampeón a lo campeón del mundo en el GP de Malasia

Álex Márquez redondeó su fin de semana de confirmación como subcampeón de MotoGP con una victoria a lo campeón del mundo en el GP de Malasia este domingo. No en vano, su padre Julià corona al pequeño de la familia como el “campeón de los mortales”, en otra galaxia el hermano mayor, Marc, que disfrutó de la impecable carrera de su uña y carne desde casa, lesionado y descartado para lo que resta de temporada. El piloto del Gresini Ducati certificó con el triunfo el título de equipos privados para el conjunto de Faenza dirigido por Nadia Padovani.

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 El piloto del equipo Gresini celebra la confirmación de su mejor temporada en MotoGP con una victoria aplastante este domingo  

Álex Márquez redondeó su fin de semana de confirmación como subcampeón de MotoGP con una victoria a lo campeón del mundo en el GP de Malasia este domingo. No en vano, su padre Julià corona al pequeño de la familia como el “campeón de los mortales”, en otra galaxia el hermano mayor, Marc, que disfrutó de la impecable carrera de su uña y carne desde casa, lesionado y descartado para lo que resta de temporada. El piloto del Gresini Ducati certificó con el triunfo el título de equipos privados para el conjunto de Faenza dirigido por Nadia Padovani.

A pesar de su brillante desempeño, el 73 no celebró la ocasión por todo lo alto, todavía preocupado por el grave incidente en el arranque de Moto3 que nubló la jornada. “Mis mejores deseos, no me los he podido quitar de la cabeza. Cruzo los dedos por ellos”, decía el ganador desde el parque cerrado en referencia a José Antonio Rueda y Noah Dettwiler, cuando todavía no había actualizaciones definitivas sobre el estado de salud de ambos. Pedro Acosta (KTM) y Joan Mir (Honda), sus acompañantes en el podio, también lamentaron la situación.

Márquez pilotó liberado y desatado rumbo a la tercera victoria de la campaña, la tercera también de su trayectoria. Con el peso de cerrar el subcampeonato levantado el sábado, Álex mostró su versión más resolutiva en uno de sus trazados favoritos. “Tocaba ser agresivo. Aquí ya había perdido en el pasado por no haber adelantado al principio, así que hoy fui a por todas”, comentaba el ganador. Después de verse superado en la salida por Pedro Acosta y ver cómo Pecco Bagnaia amenazaba con escaparse en solitario en cabeza, el ganador reaccionó de inmediato en la curva cuatro, donde más superioridad tenía sobre el resto.

Aprovechando su mayor velocidad y tracción en ese punto, el piloto de Cervera le metió la moto sin contemplaciones al talento murciano y recuperó el hueco respecto a Bagnaia al cierre de la vuelta inicial. En la segunda, en un movimiento calcado, el de Gresini dejó atrás la Ducati oficial y tomó el liderato para no abandonarlo hasta el final. “Ahora toca disfrutar encima de la moto”, convino el subcampeón, que acumula ya 11 podios el domingo y otros 13 el sábado y ha pegado un impresionante salto de calidad esta campaña. Hasta ahora, el pequeño de los Márquez había cazado cinco podios en sus cinco anteriores campañas con los grandes, y su primer triunfo no llegó hasta el GP de España disputado a finales de abril en Jerez esta misma temporada.

Los Márquez Alentà son los primeros hermanos que logran un doblete en la cúspide del deporte, un hito inédito que ambos celebraron el sábado, la guinda del pastel el triunfo de este domingo. “Crecimos juntos, nos divertimos juntos, trabajamos juntos, sufrimos juntos y este año… ¡ganamos juntos! Te quiero, hermanito”, escribía Marc en sus redes sociales para celebrar la ocasión. Álex quiso recordar como ambos se ayudan, incluso siendo sus mayores críticos, para mejorar a diario rumbo al mejor resultado posible: “Ambos somos parecidos en la autocrítica, y tener a Marc cerca me da esa ventaja en los momentos de dudas, nervios y cuando no salen las cosas”.

La carrera del domingo volvió a subrayar el nefasto curso para Bagnaia, llamado a comienzos de curso a pelear con su compañero de garaje el Mundial. Intermitente en su rendimiento, capaz de lo mejor y lo peor de una semana para otra, la mala suerte se cebó con él en esta ocasión en Malasia, donde había dominado el curso pasado. Cuando rodaba tercero, superado por Álex en el segundo giro y por Acosta en el decimotercero, un pinchazo en el neumático trasero de su Desmosedici GP le apartó de la contienda y entregó en bandeja el podio a Mir, encantado con la resurrección de Honda en esta gira transoceánica.

“Cuando aprietas y das lo máximo, sin tirar la toalla, hace que esto sea especial. Cada vez estamos más cerca del objetivo, que es apuntar más arriba”, apuntaba el mallorquín, afectado como todo el paddock por las estremecedoras imágenes de primera hora de la mañana. “Hoy ha sido difícil ponerse el mono, cuesta mucho con noticias como las de Moto3. Espero que todo mejore con el paso de las horas”, confesaba el tercer clasificado.

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