Bodegas Marqués del Atrio: “Acabamos de abrir en Miami y ya miramos otros mercados sustitutos”

Jorge Rivero, director comercial de Bodegas Marqués del Atrio

Marqués del Atrio es una de las bodegas españolas que recientemente ha puesto el foco en Estados Unidos y los aranceles del 20% recientemente impuestos por Donald Trump a productos procedentes de la Unión Europea han alterado los planes de crecimiento. El grupo vitivinícola nacido en La Rioja decidió seguir con su plan de expansión internacional, por lo que a finales de 2024 emprendió la apertura de una nueva filial internacional con sede en Miami, desde la que se centralizará la actividad en el continente americano. “Los aranceles no llegan en el mejor momento”, afirma a este periódico Jorge Rivero, director comercial de la bodega y miembro de la quinta generación de la familia fundadora del grupo. Para intentar suavizar los efectos de las nuevas tarifas, que han entrado ya en vigor, la compañía no solo está pensando en nuevas estrategias de comunicación y marketing para “defender la inflación que va a causar”, sino que también está analizando nuevos mercados de inversión que sirvan de “sustitutos” por si la inversión al otro lado del Atlántico no da los resultados esperados.

Seguir leyendo

 El director comercial de la empresa familiar, Jorge Rivero, asegura que se están buscando fórmulas para suavizar las consecuencias de los aranceles y analiza posibles inversiones en Brasil o Japón  

Marqués del Atrio es una de las bodegas españolas que recientemente ha puesto el foco en Estados Unidos y los aranceles del 20% recientemente impuestos por Donald Trump a productos procedentes de la Unión Europea han alterado los planes de crecimiento. El grupo vitivinícola nacido en La Rioja decidió seguir con su plan de expansión internacional, por lo que a finales de 2024 emprendió la apertura de una nueva filial internacional con sede en Miami, desde la que se centralizará la actividad en el continente americano. “Los aranceles no llegan en el mejor momento”, afirma a este periódico Jorge Rivero, director comercial de la bodega y miembro de la quinta generación de la familia fundadora del grupo. Para intentar suavizar los efectos de las nuevas tarifas, que han entrado ya en vigor, la compañía no solo está pensando en nuevas estrategias de comunicación y marketing para “defender la inflación que va a causar”, sino que también está analizando nuevos mercados de inversión que sirvan de “sustitutos” por si la inversión al otro lado del Atlántico no da los resultados esperados.

Aunque Estados Unidos no es el principal mercado de exportación de vino embotellado, su atractivo está creciendo en los últimos años para las bodegas de cierto nombre. En 2024, las bodegas españolas exportaron 97 millones de litros por un valor de alrededor de 390 millones euros, señaló la Federación Española de Vino (FEV). Reino Unido es el principal punto de exportación para los vinos denominación de origen Rioja (región vitivinícola española de referencia), con 32.363.079 litros exportados, un 12% más que en 2023. Le sigue Alemania, donde se comercializaron 11.689.773 litros, pero registró una caída del 5% con respecto al ejercicio anterior. Estados Unidos se encuentra en el tercer puesto del ranking con 10.406.342 litros, lo que supone un 17% más que el año anterior, según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV).

“Estados Unidos es un mercado que demanda vinos de valor, es decir reserva y gran reserva, en comparación con otros como el alemán, que es más de precios”, explica el directivo de Bodegas Marqués del Atrio. En este sentido, asegura que el crecimiento en el continente americano sigue siendo una apuesta, pero sin olvidar que los aranceles son motivo de preocupación. “Desde que empezaron a sonar los aranceles, empezamos a mover ficha en otros mercados por si acaso se cae lo de Estados Unidos”, admite Rivero, que apunta aliviado que finalmente el gravamen fijado es del 20% y no del 200% como se planteó en un principio desde Washington, lo que hizo temblar a todo el sector. “En ese caso nos hubiera sacado directamente del mercado”, señala.

Entre los mercados “potenciales” para sustituir a Estados Unidos, Rivero indica que se encuentran el ya conocido Reino Unido, pero también otros nuevos como Brasil, Japón o Australia. Aun así, aclara que el aterrizaje en Miami sigue adelante, pero con la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Por ello, subraya la importancia de reforzar su estrategia para impulsar su marca y tratar de paliar la previsible caída de ventas provocada por las crisis arancelaria, tratando de hacer “mejores presentaciones y mejores campañas de comunicación” para vender “mejores vinos”. “Si se venden menos botellas, por lo menos venderemos a mejor precio”, resume.

En medio de este panorama de incertidumbre, en el que además se está pendiente de la reacción de la Unión Europea, el director comercial de Marqués del Atrio pone una nota positiva y destaca que “por desgracia, el vino español se vende mucho más barato que el francés o el italiano”. Debido a que los aranceles se aplican a todos los países de la Unión Europea, “al final también van a subir de precio esos vinos, y el español, en esa posición de un vino a un precio más económico, puede defender más ese 20% que un vino francés o un italiano”, dice. Francia e Italia son los dos principales exportadores de vino a Estados Unidos; mientras que España se encuentra en el cuarto puesto, por detrás de Nueva Zelanda.

Así las cosas, la batalla por la cuota de mercado puede venir ahora de esos países cuyos aranceles son más bajos, como Nueva Zelanda, Australia, Argentina o Chile, que solo afrontarán un 10%. Para Rivero el foco debe estar puesto en Chile, ya que “tiene unos precios competitivos y se mueven mejor a nivel de relaciones gubernamentales”.

El sector del vino lleva años arrastrando dificultades. No es la primera vez que se fijan aranceles al vino, pues en octubre de 2019, durante el primer mandato de Donald Trump, ya se impusieron un 25% de aranceles a varios productos, entre ellos el vino con más de 14 grados de alcohol (lo que afectó especialmente a los vinos tintos) procedentes de España, Francia, Alemania y el Reino Unido. Estas tasas fueron suspendidas durante la presidencia Joe Biden en 2021.

La crisis se acentuó con la pandemia de la covid-19, que provocó una caída en ventas a nivel global por el confinamiento y el cierre de la hostelería, a lo que se sumó la posterior inflación y el aumento de costes. El consumo se contrajo en 2021 y 2022. Los datos registrados en los dos años posteriores reflejan la estabilización y la vuelta a la senda de crecimiento, aunque de forma de moderada, si bien el sector vitivinícola mira las cifras con cautela y en posición de alerta desde que Trump regresó a la Casa Blanca y comenzó a amenazar con la imposición de nuevos aranceles por la experiencia pasada.

 Economía en EL PAÍS

Noticias Relacionadas