Por segunda jornada liguera consecutiva y con el marcador en al aire, Carlo Ancelotti prescindió en el tramo final de Kylian Mbappé, una decisión muy poco habitual. En el Villamarín faltaba un cuarto de hora y el Madrid perdía 2-1. Ante el Rayo, restaban 12 minutos y el encuentro caminaba todavía en el alero, con algunos silbidos asomando en el anfiteatro. El francés enfiló el banquillo cabizbajo para dar entrada a otro medio (Camavinga). Esa fue la receta del técnico cuando la tarde se abocó a la intriga. Un rato antes había prescindido de Rodrygo en lugar de Valverde.
El entrenador del Real Madrid, que sustituye al francés por segunda jornada liguera seguida, dice que su equipo jugó “muy bien” hasta el descanso y entiende los silbidos finales
Por segunda jornada consecutiva y con el marcador en al aire, Carlo Ancelotti prescindió en el tramo final de Kylian Mbappé, una decisión muy poco habitual hasta ahora en la temporada. En el Villamarín faltaba un cuarto de hora y el Madrid perdía 2-1. Ante el Rayo, restaban 12 minutos y el encuentro caminaba todavía en el alero, con algunos silbidos asomando en el anfiteatro. El francés enfiló el banquillo cabizbajo para dar entrada a otro medio (Camavinga). Esa fue la receta del técnico cuando la tarde se abocó a la intriga. Un rato antes había prescindido de Rodrygo para dar entrada a Valverde.
Real Madrid
RMA
2
Kylian Mbappe 29′,
Vinicius Junior 33′
Rayo
RAY
1
Pedro Díaz 46′
“Cuando pienso que tengo que defender, quito a los delanteros. Para mí, no es un problema. Le he quitado minutos, igual que a Rodrygo, y le vendrá bien para el miércoles”, explicó el técnico italiano, que añadió que Kylian jugó “una hora espectacular”.
La tarde se había puesto propicia para los atacantes blancos. El entusiasmo del Rayo para presionar valiente arriba abría huecos a las espaldas de los defensas visitantes, un terreno fértil para Mbappé y Vinicius. El primero metió el primero con asistencia del brasileño y este anotó el segundo. Ya dijo el ex del PSG nada más llegar en verano que tres partidos sin marcar era poco para muchos, pero para él era muchísimo. Se había ido seco contra el Girona, Betis y en el derbi europeo, y su tanto pareció inaugurar una tarde de cosecha amplia para el galo. Amplió su contador goleador, sí, pero no agrandó la cosecha.
“La primera parte fue muy buena. La pudimos acabar 3-0, pero fue un 2-1 y eso nos complicó. En la segunda bajamos el nivel”, admitió Carletto. “Cuando llegas al minuto 75, hay que defender bien y evitar problemas”, añadió. El público, no obstante, despidió a los suyos con silbidos, una queja que también se escuchó mediada la segunda mitad, cuando la cita se le empezó a enrarecer, e incluso con 0-0. “Entiendo que a la gente no le ha gustado [el tramo final]”, concedió Ancelotti, que dio por buena la tarde y recordó al auditorio las dificultades de muchos equipos que habían disputado la Champions durante la semana. Se refirió al Liverpool, Bayern, Leverkusen y al Inter. No mencionó al Atlético. “Es muy complicado preparar estos partidos, sobre todo, contra equipos que están muy bien. Repito: la primera parte ha sido muy buena”, justificó.
El Madrid no anduvo sobrado de contragolpes, pero los que le cayeron tampoco los aprovechó. Fue la tarde, casi por encima de todos, de Tchouameni, el jugador que ha reflotado en los dos últimos meses. “Tiene una personalidad muy fuerte, es serio y trabajador. Lo está haciendo muy bien con balón y, aunque ya lo sabíamos, también sin balón”. Él fue el ancla del Madrid y en el tramo final recibió la ayuda de Valverde y Camavinga, cuando Ancelotti decidió meter más forro en el medio. Una medida que, según explicó Iñigo Pérez, alejó a sus jugadores del territorio de Lunin en los últimos minutos.
Bajo palos no estuvo Courtois que, según Ancelotti, sufría “un pequeño problema” que cree que no le impedirá estar listo el miércoles. Unas horas antes, fuentes del Real Madrid explicaron la ausencia del belga como una tarde de descanso.
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