El Juzgado número de 2 de Instrucción de Huesca, el mismo que condenó al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) a devolver a Aragón las pinturas románicas de Sijena, se convertirá ahora en un garante del centro barcelonés. Todos los pasos que dé el MNAC a partir de ahora, ya sea por voluntad propia o por demanda, tendrán que llegar precedidos por un beneplácito explícito de ese tribunal. Dos ejemplos bastan para explicarlo: el museo se niega a mostrar a los técnicos aragoneses su documentación sobre el estado de las obras y tampoco les ha permitido sacar muestras de los murales. Sobre el primer tema, el MNAC ha escaneado sus informes y los remitirá al juzgado para que se los entregue al Gobierno aragonés. Sobre el segundo, no tienen problema en permitir ese análisis e incluso lo aplauden, pero quieren que la jueza instructora lo ordene porque “en el auto [del pasado jueves] no figura la entrega de toma de muestras”, argumentan.
El museo barcelonés también impide recoger muestras a los técnicos enviados para preparar la devolución de los murales
El museo barcelonés también impide recoger muestras a los técnicos enviados para preparar la devolución de los murales


El Juzgado número de 2 de Instrucción de Huesca, el mismo que condenó al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) a devolver a Aragón las pinturas románicas de Sijena, se convertirá ahora en un garante del centro barcelonés. Todos los pasos que dé el MNAC a partir de ahora, ya sea por voluntad propia o por demanda, tendrán que llegar precedidos por un beneplácito explícito de ese tribunal. Dos ejemplos bastan para explicarlo: el museo se niega a mostrar a los técnicos aragoneses su documentación sobre el estado de las obras y tampoco les ha permitido sacar muestras de los murales. Sobre el primer tema, el MNAC ha escaneado sus informes y los remitirá al juzgado para que se los entregue al Gobierno aragonés. Sobre el segundo, no tienen problema en permitir ese análisis e incluso lo aplauden, pero quieren que la jueza instructora lo ordene porque “en el auto [del pasado jueves] no figura la entrega de toma de muestras”, argumentan.
El conocimiento de esa decisión ha llegado este martes, en la segunda jornada de las tres previstas durante las cuales un equipo de técnicos enviados por Aragón trabajarán en el museo para conocer el estado de las pinturas románicas que la sentencia judicial ordena devolver al monasterio de Sijena. La decisión del MNAC ha sido reflexionada, pero llega precedida de unas declaraciones del director general de Cultura aragonés, Pedro Olloqui, quien habló el lunes de “tensión” en los primeros momentos de su equipo dentro del museo barcelonés. A los responsables del centro no gustó nada esa apreciación, que consideran falsa.
Sobre todo molestó esa referencia porque fue el propio director del MNAC, Pepe Serra, quien llamó a los trabajadores enviados de Aragón para avisarles de que a las puertas del centro había una protesta contra la devolución, convocada por la independentista Assemblea Nacional Catalana (ANC), y para decirles por dónde debían entrar para sortear la escasa cincuentena de manifestantes. La conservadora-restauradora Natalia Martínez de Pisón, miembro del equipo aragonés, reconocía este martes en el recinto, preguntada por EL PAÍS, que no había habido problemas en el interior el lunes.

Los técnicos han seguido este martes con sus trabajos de fotogrametría de las pinturas sacras del siglo XIII, las que muchos expertos en restauración consideran que sería mejor no mover de su ubicación actual para no perjudicarlas. De hecho, el patronato del MNAC, donde coinciden la Generalitat, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Barcelona, considera que su equipo de conservación no tiene capacidad técnica para ejecutar su restitución sin provocarles daños irreparables, motivo por el cual quiere exprimir sus argumentos científicos hasta el final y llevarlos hasta la jueza, para que sea esta la que decida.
Todos esos informes llegarán en bloque el 5 de septiembre, el último día que tiene el museo catalán para presentar escritos. También ese día se remitirá el cronograma que hayan elaborado sus técnicos, que todo apunta que no se parecerá en nada a los siete meses de plazos que ha agendado el Gobierno aragonés para llevar a cabo el proceso: desmontaje, transporte y montaje.
Como pidieron los técnicos aragoneses, la sala 16, donde se encuentran los vestigios reconstruidos de las pinturas que cubrían la sala capitular del monasterio de Sijena, se mantenía este martes cerrada. De hecho, se cerraron al menos cuatro salas más de forma preventiva. “Estamos trabajando para mejorar la instalación”, señalaba un plafón informativo que cortaba el recorrido, al que los visitantes apenas hacían caso. Una turista japonesa se sorprendió al verlo: “¡Oh, está cerrado!“. Su guía no le dio importancia y siguió como si nada. ”Sí, ¡vaya! Pero no te preocupes que hay muchas cosas por ver todavía». Un guía reconocía que en las últimas semanas han aumentado las consultas sobre el futuro de estas pinturas, aunque ayer, a las 12, no había habido ninguna.
Esa calma en el museo contrastaba con las enésimas palabras de condena al MNAC del presidente aragonés, Jorge Azcón, durante un discurso este martes en el que hizo balance de sus dos primeros años de mandato. “Nos estamos encontrando con resistencias incomprensibles frente al ánimo constructivo y de cooperación mostrado por el Gobierno de Aragón y por nuestros trabajadores en el MNAC”, dijo. Aludía a la negativa de ofrecer información, pero también a una petición de material para efectuar la fotogrametría. “Esta misma mañana, los técnicos del Gobierno de Aragón —denunció— han pedido la colaboración de los técnicos de la Generalitat del Museo de Arte de Cataluña y se la han denegado». El MNAC volvió a negar la mayor: un foco que pidieron y un equipo de seguridad que demandaron les fue entregado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Añadir usuarioContinuar leyendo aquí
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Flecha
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de ‘Ara’, ‘Público’, ‘El Mundo’ y ‘Expansión’.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos
Más información
Archivado En
Cultura en EL PAÍS