La investigación al fiscal general del Estado ha impactado ya de lleno en el PSOE y se aproxima a La Moncloa. Juan Lobato, secretario general de los socialistas de Madrid hasta su dimisión el pasado miércoles, ha entregado este viernes en el Tribunal Supremo su teléfono móvil para que su contenido sea volcado dentro de la investigación por revelación de secretos abierta a Álvaro García Ortiz. Lobato ha comparecido como testigo y, durante su declaración, ha accedido a que los investigadores hagan una copia íntegra de la información almacenada en su teléfono para contrastarla con el acta del registro ante notario que hizo hace unas semanas de una conversación con un cargo de Moncloa, Pilar Sánchez Acera, en el que esta le enviaba un email del abogado de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, cuya filtración investiga el Supremo. El juez, según fuentes del caso, ha preguntado a Lobato si accedía a entregar su teléfono, y este ha contestado que sí. El dispositivo, según estas fuentes, se ha empezado a clonar casi de forma inmediata para que el exdirigente socialista lo recupere este mismo viernes.
El juez pretende contrastar la información del móvil con el acta del registro notarial de la conversación entre el exlíder del PSOE de Madrid y una alto cargo de Moncloa
La investigación al fiscal general del Estado ha impactado ya de lleno en el PSOE y se aproxima a La Moncloa. Juan Lobato, secretario general de los socialistas de Madrid hasta su dimisión el pasado miércoles, ha entregado este viernes en el Tribunal Supremo su teléfono móvil para que su contenido sea volcado dentro de la investigación por revelación de secretos abierta a Álvaro García Ortiz. Lobato ha comparecido como testigo y, durante su declaración, ha accedido a que los investigadores hagan una copia íntegra de la información almacenada en su teléfono para contrastarla con el acta del registro ante notario que hizo hace unas semanas de una conversación con un cargo de Moncloa, Pilar Sánchez Acera, en el que esta le enviaba un email del abogado de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, cuya filtración investiga el Supremo. El juez, según fuentes del caso, ha preguntado a Lobato si accedía a entregar su teléfono, y este ha contestado que sí. El dispositivo, según estas fuentes, se ha empezado a clonar casi de forma inmediata para que el exdirigente socialista lo recupere este mismo viernes.
La decisión de Lobato de registrar ante notario su intercambio de mensajes con Sánchez Acera, revelada el pasado lunes por ABC, ha provocado un terremoto en el PSOE madrileño que ha acabado con la renuncia del que fuera su secretario general en vísperas del congreso del partido, que ha arrancado este viernes en Sevilla. Pocas horas después de que saliese a la luz la existencia de esa conversación, el magistrado Ángel Hurtado, instructor de la investigación abierta al fiscal general, citó a Lobato para que compareciera este viernes como testigo y llevara consigo el acta notarial. El exdirigente socialista ha entregado el documento, pero, además, ha dejado en el tribunal su teléfono móvil para que los investigadores vuelquen su contenido y conozcan qué información recibió exactamente y a qué hora.
El Supremo investiga la filtración de un correo electrónico enviado a la Fiscalía por el abogado de la pareja de Díaz Ayuso, imputado por fraude fiscal y cuya defensa proponía en ese email un pacto que le librara la de la cárcel. Ese correo, según ha declarado el exlíder del PSOE de Madrid ante el juez, se lo envió a él Sánchez Acera para que lo difundiera en el pleno de la Asamblea el pasado 14 de marzo. Lo que pretende aclarar ahora el juez al clonar el teléfono es si recibió ese correo antes de que hubiera sido publicado por los medios de comunicación o cuando el documento ya se había difundido.
En caso de que se confirme que lo recibió antes, el instructor intentará, previsiblemente, seguir tirando del hilo para llegar al origen de la filtración. Según los pantallazos de su móvil que Lobato registró ante notario, el mensaje enviado por la alto cargo de Moncloa con el correo electrónico del abogado de la pareja de Ayuso es un reenvío de otro mensaje recibido previamente por ella. En ese mensaje, el email aparece sin la marca de agua que los medios de comunicación que publicaron esa mañana el correo introdujeron en la imagen para acreditar que habían accedido a ella y evitar que fuera copiada y difundida sin permiso. De momento, el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) ha pedido ya la imputación de Sánchez Acera, que cuando se produjo esa conversación con Lobato era jefa de gabinete del actual ministro Óscar López, que en aquel momento era el director de gabinete de Pedro Sánchez. Otras acusaciones consultadas consideran que lógico sería que el instructor no impute a nadie hasta que se conozca el contenido del móvil de Lobato y también el del fiscal general, cuyos teléfonos y ordenadores fueron intervenidos el 30 de octubre.
El acta notarial que ha entregado Lobato durante su comparecencia recoge una conversación en la que Sánchez Acera le envía el correo del abogado de González Amador, tras lo que Lobato pregunta: “¿Cómo tenemos la carta? Si no, parece que la ha dado la Fiscalía?”. A lo que ella responde: “Porque llega, la tienen los medios”. Esta conversación se produce a las 8.41 de la mañana del 14 de marzo. A esa hora, muchos medios de comunicación, entre ellos EL PAÍS, habían difundido el contenido del correo electrónico, pero no habían reproducido el documento. Unos minutos antes, a las 8.29, según recogen los mensajes incorporados al acta judicial, Sánchez Acera había advertido a Lobato tras enviarle el mail de la defensa de González Amador: “Cuidado con los datos personales. Se puede sacar. Sácasela en la pregunta. Un quién miente señora Ayuso, usted o u novio? Parece que usted. La imagen con la carta es potente”.
Lobato mostró el correo en el pleno de la Asamblea de Madrid celebrado ese día, pero se aseguró de hacerlo solo cuando el email yahabía sido publicado por los medios. Siete meses después, registró el correo y la conversación con Sánchez Acera en una notaria. En su comparecencia ante el juez del Supremo ha insistido, según fuentes del caso, en la versión que ha dado estos días: temía que haber enseñado ese documento en un pleno de la Asamblea pudiera acarrearle problemas legales a raíz del encausamiento del fiscal general del Estado por la filtración del mail y acudió al notario para certificar que él y la asesora de López habían accedido al correo a través de los medios de comunicación, y no porque el Gobierno se lo hubiera dado antes de que se difundiera su contenido. Según los pantallazos aportados en el notario, a las 9.36 Sánchez Acera le reenvía un enlace con una noticia de ElPlural, que se había publicado a las 9.06 y que ya reproducía el correo electrónico. El entonces líder de los socialistas madrileños mostró el documento durante su intervención en la Asamblea alrededor de las 10.00.
Según fuentes del caso, el instructor ha decidido pedirle a Lobato el teléfono después de que una de las acusaciones advirtiera que la conversación recogida en el acta notarial estaba incompleta, por lo que sería conveniente acceder directamente al móvil del exdirigente socialista. Fuentes del entorno más cercano del exlíder del Partido Socialista de Madrid, Juan Lobato, han precisado que fue él mismo el que ofreció al juez del Supremo que se quedase con su móvil y lo pudiera clonar ante la intervención del abogado de una de las partes personadas en la causa que había puesto en duda la veracidad de su declaración en la que relató cómo fue la conversación y el intercambio de información que mantuvo hace ocho meses con la jefa de gabinete de López, informa Javier Casqueiro. En el entorno del exdirigente socialista resaltan que la declaración ante el juez resultó muy fácil y cómoda, porque se limitó a repetir lo que lleva diciendo hace días y porque cree que su versión será fácilmente demostrable.
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