El Tallerón y Escribano: el plan de Indra para desbancar a Santa Bárbara como el gran fabricante nacional de vehículos militares

El presidente de Indra, Ángel Escribano, tiene entre ceja y ceja convertir a la tecnológica que dirige en un gran fabricante español de vehículos militares. A pesar de que la compra de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) no ha recibido aún el visto bueno del consejo de administración —que ha votado por unanimidad la creación de una comisión de consejeros independientes para “supervisar el cumplimiento de las reglas aplicables para la correcta gestión de los conflictos de interés”, ya que se trata de la empresa de su propio presidente y que dirige ahora su hermano, Javier Escribano—, Indra seguirá adelante con el plan para hacerse con EM&E.

Seguir leyendo

 Con la compra de la planta asturiana y de la empresa de defensa, Indra quiere posicionarse como socio preferente del Estado en plataformas terrestres, desplazando a la norteamericana GDELS  

El presidente de Indra, Ángel Escribano, tiene entre ceja y ceja convertir a la tecnológica que dirige en un gran fabricante español de vehículos militares. A pesar de que la compra de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) no ha recibido aún el visto bueno del consejo de administración —que ha votado por unanimidad la creación de una comisión de consejeros independientes para “supervisar el cumplimiento de las reglas aplicables para la correcta gestión de los conflictos de interés”, ya que se trata de la empresa de su propio presidente y que dirige ahora su hermano, Javier Escribano—, Indra seguirá adelante con el plan para hacerse con EM&E.

Esta compañía le ofrece una línea de producto de torretas, robots y vehículos militares, además de capacidades industriales, algo de lo que carece Indra. Si bien aún no se conoce a cuánto podría ascender la operación, Javier Escribano —que además cuenta con un asiento en el consejo de administración de Indra, ya que EM&E es el segundo accionista de la tecnológica— aseguró en abril que su compañía valía más de 1.000 millones.

Esta adquisición, de realizarse, se sumará a la compra de la planta asturiana de El Tallerón a Duro Felguera —compañía que se encuentra en preconcurso de acreedores—, a cambio de 3,6 millones de euros y el mantenimiento de los 156 trabajadores de la fábrica. Si bien no han puesto aún la rúbrica, fuentes cercanas a Duro e Indra afirman a este periódico que el acuerdo está cerrado a falta de resolver asuntos burocráticos. Con esto, Indra busca convertir a “Asturias en el centro neurálgico de su producción, montaje e integración de plataformas terrestres”, señalan en la compañía presidida por Ángel Escribano. La planta, en la que, según fuentes del sector, hace falta una fuerte inversión para ponerla a punto, cuenta con una superficie de más de 75.000 metros cuadrados y una salida privilegiada al Mar Cantábrico.

La concreción de estos planes supondrá la creación de un fabricante de vehículos militares de cadenas y ruedas español con el peso suficiente como para hacer frente a General Dynamics, la compañía estadounidense que en el 2000 compró Santa Bárbara a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y que hasta ahora era el único con estas capacidades dentro de la geografía nacional, a través de su filial europea, General Dynamics European Land Systems (GDELS).

Este doble movimiento de Indra se produce después de la negativa de la estadounidense a vender Santa Bárbara, que cuenta con dos plantas, la de Alcalá de Guadaira (Sevilla) y la de Trubia (Asturias). La primera de ellas se dedica al mantenimiento de vehículos y la segunda, a la producción de artillería y de blindados como el Ascod, cuya versión española se denomina Pizarro. Este vehículo es un éxito para GDELS, como demuestra el acuerdo con Letonia para suministrarle a ese país 42 unidades a cambio de 373 millones de euros, firmado en enero, el cual acaba de ser ampliado en julio con otros 42 vehículos Hunter —que es como lo ha denominado Letonia—.

Otro producto relevante de GDELS es el VCR 8×8 Dragón, un vehículo que se hace en la planta de Trubia a través de Tess Defence, sociedad que comparte con EM&E, Sapa e Indra. Esta última ha pasado a ser la figura dominante en Tess tras hacerse con el 51,01% de los títulos, a cambio de 107 millones de euros, después de los problemas de la compañía para entregar en tiempo y forma los Dragón al ejército español.

El Ministerio de Defensa llegó incluso a plantearse la imposición de una sanción multimillonaria a Tess por incumplir su compromiso de entregar 92 unidades en diciembre, del total de 348 que ha comprado el Gobierno a cambio de 2.000 millones. En este programa, Sapa se ha encargado de hacer las transmisiones y motores; Indra, el software; GDELS ha aportado la plataforma terrestre y EM&E ha puesto la torreta de combate.

A pesar de los retrasos, GDELS destaca los resultados de Tess, donde ha mandado hasta ahora. “Es un modelo único en Europa (…) Esta colaboración es fundamental y posiciona a España como uno de los dos únicos países de Europa con capacidad de diseñar y fabricar vehículos de combate tanto de ruedas como de cadenas y sistemas de artillería. De hecho, en TESS ya estamos en plena producción de los 8×8 Dragón y en breve del VAC [Vehículo de Apoyo de Cadenas]”, indica GDELS a este periódico.

Indra ahora tiene el desafío de tomar el control de esta UTE (Unión Temporal de Empresas) en la que tiene dentro a una compañía a la que ha convertido en su competidor directo. GDELS hasta ahora gozaba de ser “el” fabricante español de blindados, un título por el que ahora la norteamericana deberá pelear. Cabe recordar que las fábricas de Alcalá de Guadaira y de Trubia no son propiedad de GDELS, sino que son del Estado, el cual se las ha cedido hasta 2031 con una posible prórroga hasta 2036.

Además, se da la circunstancia de que dentro de Indra, GDELS tiene a uno de sus principales clientes y a su casero, el Estado español, que posee el 28% de los títulos, lo que le convierte en el principal accionista de Indra y le da tres asientos en su consejo de administración. Si bien GDELS se ha esforzado en los últimos meses en demostrar su españolidad con Santa Bárbara —como enfatizó en su plan industrial presentado en junio, donde había un epígrafe llamado “tecnología 101% española y europea”—, el Estado busca crear un campeón nacional de defensa que sirva de tractor para todas las pymes y empresas del sector, algo que GDELS ya asegura hacer.

De hecho, en esa línea, Indra reunió en junio a más de 150 empresas en su sede de Alcobendas (Madrid) para crear sinergias —entre las que estuvo GDELS—. “Lo novedoso es que a ese encuentro llevamos al ICO y al CDTI, para que estas compañías tengan acceso a los responsables de estas dos instituciones públicas de financiación”, explicó Escribano, que se mostró muy satisfecho entonces con la reunión. Otro factor que jugaría a favor de Indra respecto a GDELS de cara a optar a contratos españoles y europeos es la situación geopolítica actual. La amenaza rusa y el alejamiento de un socio histórico como EE UU empujan a los países del Viejo Continente a invertir más en defensa, pero sobre todo en sus propias empresas. Por mucho que GDELS defienda su carácter español y europeo, es filial de una compañía estadounidense.

Al margen de lo que ocurra con EM&E, Indra está pendiente a su vez de la venta de la división militar de la italiana Iveco, lo que le daría aún más músculo. Indra ha hecho una oferta, pero compite con otras tres: la del fondo estadounidense Bain Capital, la de una firma australiana y la oferta conjunta de la alemana Rheinmetall y la italiana Leonardo. José Vicente de los Mozos, consejero delegado de Indra, aseguró que la española estaría “directa o indirectamente” involucrada en esta operación, dejando la puerta abierta a negociar una alianza con otras empresas.

Precisamente con Rheinmetall, Indra firmó un acuerdo estratégico en mayo, en el marco de la Feria Internacional de Defensa y Seguridad (Feindef) que tuvo lugar en Madrid, para cooperar en proyectos de vehículos blindados del ejército español. “El acuerdo representa un paso significativo en la estrategia de Indra de formar alianzas y establecer colaboraciones para reforzar las capacidades de fabricación y digitalización de vehículos militares en España. Este es un ejemplo de lo que los europeos podemos lograr cuando trabajamos juntos”, dijo Escribano cuando se informó del pacto.

 Economía en EL PAÍS

Noticias Relacionadas