España se clasifica para el Eurobasket 2025 con una exhibición de Yusta

Los jugadores de España colocaron en el centro de su corro a Santi Yusta el alero del Casademont Zaragoza, y le dieron una cariñosa paliza al acabar el partido frente a Eslovaquia. El jugador madrileño que obró el milagro de Bratislava, volvió a ser fundamental con sus 25 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias, para meter a España en el Eurobasket del año próximo, una cita que hace décadas que no se pierde, y en el que defenderá el título de campeón que consiguió en 2022 al derrotar a Francia en la final.

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 Dos triples del madrileño, el salvador en Bratislava, le dan la tranquilidad final al equipo de Sergio Scariolo  

Los jugadores de España colocaron en el centro de su corro a Santi Yusta el alero del Casademont Zaragoza, y le dieron una cariñosa paliza al acabar el partido frente a Eslovaquia. El jugador madrileño que obró el milagro de Bratislava, volvió a ser fundamental con sus 25 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias, para meter a España en el Eurobasket del año próximo, una cita que hace décadas que no se pierde, y en el que defenderá el título de campeón que consiguió en 2022 al derrotar a Francia en la final.

No fue una victoria fácil, pese al marcador final, porque Eslovaquia, con un fondo de armario muy reducido, y algunos jugadores como Brodziansky y Malovec jugando más de 35 minutos, peleó hasta el final y aprovechó cualquier fallo de concentración del equipo español para acercarse. Pese a las apariencias, los españoles tuvieron que sudar más de lo que esperaban. Es lo que pasa cuando el seleccionador tiene que conformar un equipo a base de jóvenes promesas, sin demasiada experiencia en la élite. Son las circunstancias a las que obliga el formato competitivo.

La primera parte de España fue un ejercicio de solvencia, el de un equipo superior sobre otro inferior. Aunque el equipo de Sergio Scariolo falló en el triple (2 de 9) y tampoco estuvo atinado en el tiro libre, con un pobre 63% de acierto, supo sacrificarse en defensa para entorpecer las acciones de Eslovaquia e inducir a los errores constantes, sobre todo en el lanzamiento. No anotó cómodo el equipo eslovaco y la ventaja pudo dispararse hasta los 15 puntos cuando se fueron al descanso los dos equipos.

Pero el inicio de la segunda parte fue tan terrorífico o más que el de Bratislava el pasado viernes, porque si entonces el final del partido era un territorio inexplorado, y cualquier observador imparcial podía predecir que España acabaría resolviendo a su favor, lo que hizo a trancas y barrancas. Pero los antecedentes hicieron temblar a los jugadores españoles, porque los milagros no se suelen repetir, así que cuando la diferencia amplia con la que se fue el equipo de Scariolo al descanso, empezó a menguar, primero lentamente, después a más velocidad, empezó a correr un sudor frío por la espalda del técnico italiano.

En otro mal arranque del tercer cuarto, un parcial de 2-15 (49-47), dejó a Eslovaquia a solo dos puntos de diferencia. La capacidad anotadora de España en la primera parte se atrancó, porque los eslovacos saltaron a la cancha con mucha más intensidad, sin dar por perdido ningún balón y aprovechándose de la indolencia española. Tuvo que volver a la cancha Alocén para poner las cosas en orden. En un arranque de furia, España remontó para poner las cosas en su sitio y comenzar los últimos diez minutos con una ventaja de 14 puntos, que volvió a reducirse, hasta que apareció Yusta para poner las cosas en su sitio con un triple a falta de 1,41m que distanció a los eslovacos en diez puntos. Otro tiro de tres del madrileño cuando restaban treinta segundos, sentenció definitivamente la clasificación de España para el Eurobasket.

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