Feijóo se conforma con haber dado oxígeno a Mazón con el retraso de la elección de Ribera

Las primeras informaciones sobre la decisión del Partido Popular Europeo de apoyar la candidatura de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea pillaron durante la mañana de este miércoles a Alberto Núñez Feijóo en su escaño. El varapalo para el PP español importado desde Bruselas se producía justo cuando la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica apenas arrancaba su intervención sobre la gestión de la dana en el Congreso, vaciando el simbolismo buscado por el PP con su comparecencia, que había sido ensalzada hasta ese momento por Génova como un logro propio acordado con el presidente de los populares europeos, Manfred Weber y como una condición interpuesta por el eurodiputado alemán para avalar su nombramiento como número dos de la Comisión. De fondo, además, estaba la guerra soterrada entre Weber y la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, pujando por Ribera en connivencia con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

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 Génova votará en contra o se abstendrá la semana que viene en el nombramiento del Colegio de comisarios, con independencia de lo que haga el PP europeo. La formación se vanagloria de haber “internacionalizado el asunto” de la dana  

Las primeras informaciones sobre la decisión del Partido Popular Europeo de apoyar la candidatura de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea pillaron durante la mañana de este miércoles a Alberto Núñez Feijóo en su escaño. El varapalo para el PP español importado desde Bruselas se producía justo cuando la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica apenas arrancaba su intervención sobre la gestión de la dana en el Congreso, vaciando el simbolismo buscado por el PP con su comparecencia, que había sido ensalzada hasta ese momento por Génova como un logro propio acordado con el presidente de los populares europeos, Manfred Weber y como una condición interpuesta por el eurodiputado alemán para avalar su nombramiento como número dos de la Comisión. De fondo, además, estaba la guerra soterrada entre Weber y la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, pujando por Ribera en connivencia con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

Las explicaciones de Ribera en las Cortes quedaban ya en un segundo plano, pues todo abocaba a que el PP español se quedaba sin el triunfo total de que sus socios en la Eurocámara rechazasen a Ribera, como así se confirmó ya por la tarde con el anuncio del pacto de socialistas, populares y liberales para desbloquear la Comisión Europea con Ribera como vicepresidenta. Y después de una semana de crisis política alentada por Feijóo, implicado de lleno en las conversaciones ocurridas en Bruselas para echar por tierra las aspiraciones de la ministra de Transición Ecológica. Sin éxito.

Con el acuerdo alcanzado por las tres grandes formaciones europeas, Génova ha de tragarse el sapo enviado de vuelta por Weber a Feijóo, que habrá de gestionar esa incómoda coyuntura con resignación. Pero el jefe de los populares no se mueve de su posición: el PP español se abstendrá o votará en contra del colegio total de comisarios —que incluye la candidatura de Ribera—, la semana que viene, según aseguran fuentes de la dirección al más alto nivel. Y eso que su empecinamiento implicará una imagen en la que el PP se verá solo, votando al margen de su grupo parlamentario, en el que son segunda fuerza en número de europarlamentarios, 22. “Das una imagen de que pintar, no pintas”, reconocía un diputado popular sobre la influencia de Feijóo entre sus socios europeos.

En cualquier caso, y pese a las declaraciones opuestas en público, varias fuentes de la dirección del PP veían desde el principio como un escenario más que plausible que Weber acabase por apoyar a Ribera, pese a todo el ruido generado durante los últimos días. “Estaba hecho, pero hemos conseguido postergar 10 días la votación, internacionalizar el asunto”, se vanaglorian en el gabinete del líder conservador. Con la exportación de esas críticas a la gestión de la dana, Génova sí ha conseguido —y en ello se regocijan— desviar el foco desde la Generalitat hacia la ministra Ribera, responsable última de la Confederación Hidrográfica del Júcar, así como aliviar la presión sobre el president Carlos Mazón.

“La postura firme del presidente Feijóo y del Partido Popular ha internacionalizado, por decirlo de alguna manera, la situación que hemos vivido en España de dejación de funciones de la vicepresidenta Ribera”, señaló el vicesecretario popular Elías Bendodo en los pasillos de la Cámara baja. “No hay líneas roja para Sánchez y cuando uno pierde los principios es que tiene muy cerca el final”, remachó. Génova se felicita por haber conseguido otra victoria con sus negociaciones en Bruselas: que el PSOE de Sánchez tenga que votar a favor del candidato propuesto por la ultraderechista italiana Georgia Meloni, pues la entente a tres bandas supone que los socialistas deberán votar a favor de Raffaele Fitto, designado por Von der Leyen, como vicepresidente de Cohesión y Reformas.

“En vida política de Sánchez, quedará que es él quien ha patrocinado pactos con lo que llama ultraderecha. Empieza un tiempo distinto”, advierten fuentes del gabinete de Feijóo, que amenazan con martillear durante los próximos “cuatro años” con ese ariete. La consigna empezó a propagarse ya este miércoles, pues muchos de los diputados populares se defendían del fracaso de no haber dejado a Ribera fuera de la Comisión con la “nueva línea roja” cruzada por Sánchez, a juicio del PP, que legitima con el acuerdo en Bruselas los pactos de los populares con Vox en España.

Eso sí, el guiño de Weber a Feijóo llegó en forma de comunicado del PP europeo. “El Partido Popular Europeo ha estado muy pendiente de la comparecencia de la aspirante a vicepresidenta de competencia de la Comisión Europea, Teresa Ribera. La diputada del Partido Popular, Esther Muñoz, le ha pedido a Ribera que se comprometa a dimitir de su posible cargo en la Comisión Europea en caso de resultar imputada por su gestión en las inundaciones que han asolado dos regiones españolas”, señalaba el texto. Génova se mueve ahora en la contradicción de exigir la dimisión de Ribera como responsable última de la Confederación, pero no la de Mazón, y se escuda en que esa solicitud de dimisión se produce solo por aspirar a ser comisaria, para evitar la “mala imagen” de España en Europa. “Hay gente que asume errores y… Otros que intentan promocionar a la única responsable de la Confederación Hidrográfica del Júcar y de la Aemet”, indicó Feijóo a su llegada al Congreso, aunque de nuevo sin entrar a detallar cuáles fueron los desaciertos de Mazón ni mencionar su comida con una periodista. “Hay margen de mejora sobre la prevención”, sentencian al respecto en el entorno del líder.

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