A Robert Lewandowski no había manera de moverlo de Barcelona. Parecía como si el delantero tuviera una cuenta pendiente con la camiseta azulgrana, como si necesitara justificar su estatus y salario en un partido grande, en uno de esos duelos que se graban para siempre en la memoria de la hinchada. A sus 36 años, después de ganarle el duelo a Xavi Hernández —lo quería fuera del equipo—, el polaco conquistó el Santiago Bernabéu.
El delantero polaco rescata al Barcelona en el clásico ante el Real Madrid
A Robert Lewandowski no había manera de moverlo de Barcelona. Parecía como si el delantero tuviera una cuenta pendiente con la camiseta azulgrana, como si necesitara justificar su estatus y salario en un partido grande, en uno de esos duelos que se graban para siempre en la memoria de la hinchada. A sus 36 años, después de ganarle el duelo a Xavi Hernández —lo quería fuera del equipo—, el polaco conquistó el Santiago Bernabéu.
“¿Por qué ha mejorado Robert?”, dijo Hansi Flick; “es una pregunta para él”. “Pero”, añadió; “con mi staff y Deco teníamos que construir el ambiente en el que el jugador pudiera rendir mejor. Creo que lo hemos logrado”. Contento en el presente, Lewandowski se acordó del pasado. El polaco buscó en la máquina del tiempo, en su propia máquina del tiempo, para tomar la casa del Real Madrid. El 24 de abril de 2013, cuando todavía vestía la camiseta del Borussia Dortmund, el polaco firmó cuatro goles a los blancos para fulminar la esperanza del equipo que entonces lideraba José Mourinho. Pero si entonces lo hizo en el Westfalenstadion, este sábado, más de 10 años después, lo volvió a hacer. Pero esta vez fue en el Santiago Bernabéu.
Lewandowski no solo burló el paso del tiempo, sino que le dio aire a un Barcelona que sufría (y mucho) para encontrar la pelota, sin control del partido, lejos de la portería de Lunin. Hansi Flick sabía que podía pasar, era el riesgo que asumió. Para su suerte, contaba con el acierto de Lewandowski. Al técnico alemán le preocupa, sobre todo, la presión del Barcelona. “Hemos entrenado mucho cómo defender y cómo presionar. Es importante cuando se juega contra el Real Madrid. Es un equipo impresionante”, subrayó Flick. Una presión siempre bien ejecutada por los azulgrana, que llegaba a su semana de fuego en la campaña, nada menos que ante la visita del Bayern y el desplazamiento al Bernabéu. La primera prueba la superó en Montjuïc cuando el Barcelona goleó al cuadro alemán en la montaña mágica (4-1). La segunda también se resolvió con goleada. En ambas, en cualquier caso, el Barça sufrió.
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Como ante el Bayern, en Chamartín el fuera de juego volvió a ser la mejor arma del Barcelona para defender, al menos en el primer acto hasta que Flick optó por meter mano en un equipo demasiado vertical, sin paciencia para hilvanar ataques a través de la posesión. La decisión del técnico era una apuesta esperada por el técnico: el regreso de Frenkie de Jong. “Creo que en la primera parte lo hicimos bien, jugamos con la defensa muy arriba. Parece peligroso, pero lo único que pasa es que todo el mundo tiene que recorrer más metros. Hicimos los cambios adecuados y los jugadores lo hicieron muy bien. Evidentemente Robert mostró su calidad. Pero se trata del equipo, defender y atacar bien”, explicó Flick.
De Jong fue la primera respuesta del preparador alemán para intentar retomar el control de un partido que se amagaba con teñirse de blanco en Chamartín. Pero Flick no solo confiaba en el regreso de De Jong, también sabía que tenía a Dani Olmo para jugar cerca de 30 minutos. Con Olmo y De Jong en el campo, sumados a Pedri, el Barcelona no recuperó el control del partido, pero sí del marcador. “Ha sido importante demostrar cómo podíamos defender y presionar más. Se ha visto en la segunda parte con más control de balón y por eso ha cambiado el partido”, insistió el preparador alemán. Lo defendieron sus cambios, pero sobre todo Lewandowski, que marcó dos goles, pero pudieron ser cuatro como en aquella noche de 2013. Pero el polaco contó con dos aliados para rememorar su gesta con el Dortmund al Madrid: Lamine Yamal y Raphinha aparecieron para cerrar la goleada en el Bernabéu. Ganó el Barça, triunfó Lewandowski que le dio aire a la arriesgada apuesta de Hansi Flick.
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