El nuevo impuesto que afecta a las entidades financieras y de crédito, aprobado por el Congreso en una votación agónica que tuvo lugar a finales de 2024, ha dejado ya su primer ingreso en las arcas públicas. Según recoge el último informe mensual de recaudación, correspondiente al mes de junio y publicado este jueves por la Agencia Tributaria, el gravamen ha generado en su primer pago fraccionado un total de 566 millones de euros.
La recaudación total del primer semestre avanza hasta los 134.855 millones de euros, según los datos de la Agencia Tributaria. Los ingresos fiscales se encaminan así hacia un nuevo récord
El nuevo impuesto que afecta a las entidades financieras y de crédito, aprobado por el Congreso en una votación agónica que tuvo lugar a finales de 2024, ha dejado ya su primer ingreso en las arcas públicas. Según recoge el último informe mensual de recaudación, correspondiente al mes de junio y publicado este jueves por la Agencia Tributaria, el gravamen ha generado en su primer pago fraccionado un total de 566 millones de euros.
La cantidad, explica el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, representa el 40% de la cuota anual prevista y este ejercicio se ha ingresado de forma excepcional en junio, aunque a partir del próximo año el pago se trasladará a febrero. Se prevé, por lo tanto, que en el conjunto de 2025 reporte unos 1.415 millones de euros.
El informe de la agencia sitúa al nuevo impuesto como uno de los principales factores que explican el crecimiento de los ingresos públicos en lo que va de año. Hasta junio, las medidas normativas y de gestión han contribuido con casi 3.000 millones de euros adicionales a la recaudación, lo que supone 2,4 puntos porcentuales del crecimiento total. Además del impuesto a la banca, se incluyen en este bloque la recuperación del impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica, la recuperación de los tipos habituales de IVA aplicados a la electricidad, gas y alimentación, el aumento del impuesto especial sobre la electricidad y sobre labores del tabaco, y la entrada en vigor del impuesto sobre líquidos para los cigarrillos electrónicos, una medida que también vio luz verde en la reforma fiscal aprobada en el Congreso.

En total, los ingresos tributarios ascendieron en el primer semestre hasta los 134.855 millones de euros, lo que supone un 10% más que en el mismo periodo de 2024. En términos homogéneos, es decir, ajustando por efectos de calendario y devoluciones extraordinarias, el crecimiento fue del 11%. Aunque en junio la recaudación fue un 2,6% inferior a la del mismo mes del año anterior, el informe señala que si se elimina el efecto de ciertos desplazamientos fiscales por festivos en 2024, la variación corregida sería positiva, del 1,3%.
Con los números que deja la primera mitad del año, la recaudación tributaria se encamina hacia un nuevo récord. El año pasado por estas fechas, los ingresos se situaban en los 122.500 millones de euros y en el segundo semestre siguieron creciendo. De hecho, desde la recuperación económica posterior a la pandemia, Hacienda lleva encadenando marcas inéditas que dejaron, a cierre del último diciembre, casi 295.000 millones en las arcas públicas.
El impuesto a la banca nació a raíz de la crisis energética desatada tras el inicio de la guerra en Ucrania, en febrero de 2022. Se configuró con carácter temporal para que estuviese en vigor durante solo dos años. Sin embargo, en diciembre de 2024, el Gobierno llevó al Congreso un paquete de medidas tributarias que había pactado con sus principales socios y que incluía una reconfiguración del tributo para darle continuidad. Este pasó de ser una prestación patrimonial a un impuesto, lo que implica que las haciendas forales y las comunidades autónomas lo pueden gestionar. El gravamen, además, se diseñó con un tipo impositivo progresivo sobre los márgenes de intereses y comisiones de cada entidad: del 1% hasta los 750 millones, del 3,5% hasta los 1.500 millones, del 4,8% hasta los 3.000 millones, del 6% hasta los 5.000 millones y del 7% desde 5.000 millones en adelante.
La publicación de las cifras de la Agencia Tributaria coincide con la presentación de resultados del primer semestre de los principales bancos españoles, en una semana clave para el sector. Las grandes entidades han logrado beneficios récord, si bien en algunos casos ya han comenzado a registrar en sus cuentas provisiones por el nuevo gravamen. CaixaBank, por ejemplo, declaró 2.951 millones de euros de beneficio neto hasta junio, un 10,3% que en el mismo periodo de 2024, y ha dotado 296 millones por este concepto.
El BBVA, por su parte, ganó 5.447 millones, un 9 por ciento más, y Santander obtuvo un resultado neto de 6.833 millones, un 13 por ciento superior al del año anterior. En conjunto, los seis mayores bancos españoles alcanzaron 17.086 millones de euros de beneficio en el semestre.
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