Iga Swiatek, o cómo acabar con una crisis: campeona ‘total’ y por demolición (6-0 y 6-0)

Por fin, dice Iga Swiatek. Se acabó. Atrás queda la pesadilla, más de un año sin alzar un solo trofeo y toda la polvareda: el episodio del trimetazidine, el dopaje y un castigo de un mes (y a la carta) que provocó alguna que otra carcajada. Agua pasada para ella. De un plumazo, la felicidad. Otra vez. Y a lo grande, por forma y fondo: en el All England Club y con un 6-0 y 6-0, en solo 57 minutos. Amanda Anisimova cae como un flan. La polaca, de 23 años, se corona por primera vez en Wimbledon y cierra un círculo que pocas han conseguido redondear: tierra, cemento y ahora, la hierba. De la crisis a la totalidad. Como Court, Serena, Graf, Evert, Navratilova o Billie Jean King. Lo observan desde el palco de las celebrities las tres últimas. Un visto y no visto.

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NUEVE AÑOS DE ALTERNATIVAS

2016: Serena Williams.

2017: Garbiñe Muguruza.

2018: Angelique Kerber.

2019: Simona Halep.

2020: cancelación por la pandemia.

2021: Ashleigh Barty.

2022: Elena Rybakina.

2023: Marketa Vondrousova.

2024: Barbora Krejcikova.

2025: Iga Swiatek.

 La polaca arrolla a Anisimova en 57 minutos e iguala el marcador más contundente en un desenlace, a la par que cierra el círculo de las superficies: tierra, dura y hierba  

Por fin, dice Iga Swiatek. Se acabó. Atrás queda la pesadilla, más de un año sin alzar un solo trofeo y toda la polvareda: el episodio del trimetazidine, el dopaje y un castigo de un mes (y a la carta) que provocó alguna que otra carcajada. Agua pasada para ella. De un plumazo, la felicidad. Otra vez. Y a lo grande, por forma y fondo: en el All England Club y con un 6-0 y 6-0, en solo 57 minutos. Amanda Anisimova cae como un flan. La polaca, de 23 años, se corona por primera vez en Wimbledon y cierra un círculo que pocas han conseguido redondear: tierra, cemento y ahora, la hierba. De la crisis a la totalidad. Como Court, Serena, Graf, Evert, Navratilova o Billie Jean King. Lo observan desde el palco de las celebrities las tres últimas. Un visto y no visto.

Es una exhibición de fuerza, abrumadora. Hasta cierto punto engorroso el episodio porque la estadounidense, primeriza en una gran final, ha salido derretida a la pista y cae sin remedio, punto a punto, juego a juego, set a set. En blanco. Sencillamente ha colapsado. Sin ideas, acierto ni patrón, se desmorona y tampoco afloja en ningún instante Swiatek. No es de las que lo haga. La de Varsovia aprieta y antes de que el reloj alcance la hora, lo finiquita. Iguala, de este modo, el marcador más abultado en un desenlace de un Grand Slam, el 6-0 y 6-0 firmado por Steffi Graf ante Natasha Zvereva en el Roland Garros de 1988; la alemana, otra competidora que no pisaba el freno, lo selló entonces en 32 minutos, récord.

El compendio de Wimbledon registraba el 6-0 y 6-1 de King a Evone Goolagong en 1975 como el mayor desequilibrio desde el nacimiento del tenis moderno (1968). Tan bonito, pero a veces tan crudo, el deporte registra ahora otro hito que relanza a Swiatek y que a su vez deja un borrón histórico en la trayectoria de Anisimova, una jugadora que hace dos años hizo un parón de ocho meses fruto del agotamiento. Termina ahora entre lágrimas. Sin opción alguna. Nada que rascar. Los nervios y la tensión le traicionan y la adversaria le hace polvo. De la misma manera que Carlos Alcaraz persigue la gloria a su manera, también lo hace la nueva campeona. Básicamente, aplastando.

Anisimova se emociona durante la ceremonia final.

En su línea, tirando a fría, se dirige a Anisimova: “Has hecho un gran torneo. Debes sentirte orgullosa a pesar de lo que ha sucedido hoy. Espero que nos veamos en más finales, porque tienes tenis para estar en ellas”. En paralelo, la historia dice que ha sido la jugadora que menos juegos ha concedido de camino al título británico (35) en los 2000, mejorando el registro de Venus Williams (39), y que ahora, con seis majors, figura en el escalafón de todos los tiempos inmediatamente después de Justine Henin, Venus Williams y Goolagong, siete. Ella y los roscos, cuestión de costumbre. Suma ya 83, más que nadie, y por sexta vez repite el doble 6-0. No es mal lugar para dejar huella. Atrás queda lo oscuro, la extensa serie de intentos frustrados.

Pleno, como Court y Seles

“Me he sentido cómoda con mi juego durante todo el torneo”, concede la vencedora a pie de pista, después de un meteórico regreso hacia esa versión de hace no tanto, cuando arrollaba y rendía a las rivales por demolición. Demostrado de sobra su poderío sobre arena, con cuatro trofeos de Roland Garros, y también su completa adaptación al cemento, ganadora en Nueva York, certifica ahora el salto con un acelerón sobre el césped, que hasta ahora se le resistía. Se trata, dice, del movimiento, así que comprendido ya el registro y pulidas las maniobras, hace cumbre en Londres y se adentra en el espectro de tenistas todoterreno. Ninguna jugadora en activo lo ha conseguido.

Swiatek posa con el trofeo de campeona.

Trabajadora sin resuello y con la idea firme de progresar hacia una nueva dimensión histórica, Swiatek, de 24 años, da carpetazo a su etapa más difícil. Desde que lograra el póquer en la arcilla francesa, la temporada pasada, la polaca no había sido capaz de salir del enredo ni de alcanzar una final. Ahora, sin embargo, se constata el pleno con seis bingos en sus seis primeros epílogos; sin error hasta ahora, como en su día Margaret Court y Monica Seles. En contraste, emocionada, Anisimova lamenta no haber estado a la altura en su primera aparición en la resolución de un gran escenario. “Me he quedado sin gas”, lamenta. “Y, obviamente, el partido de hoy no ha ido como esperaba”.

La norteamericana reconoce el bloqueo, mientras Swiatek dice que se ha sorprendido a sí misma por la “consistencia” desde el aterrizaje en el torneo hasta la rúbrica. Ni mejor ni peor, pero sí diferente. “Aquí la emoción es superior a la de Roland Garros, porque sé que allí puedo optar al título cada año”, afirma. “Me he tenido que demostrar a mí misma que podía ganar”, prolonga, antes de enviar un recado a sus críticos: “Nadie esperaba esto. Ha sido una temporada llena de altibajos y con mucha presión exterior, sobre todo por parte de los medios polacos. No han sido amables conmigo. Espero que a partir de ahora me dejen trabajar tranquila…. Es mi proceso, es mi carrera y es mi vida”.

NUEVE AÑOS DE ALTERNATIVAS

2016: Serena Williams.

2017: Garbiñe Muguruza.

2018: Angelique Kerber.

2019: Simona Halep.

2020: cancelación por la pandemia.

2021: Ashleigh Barty.

2022: Elena Rybakina.

2023: Marketa Vondrousova.

2024: Barbora Krejcikova.

2025: Iga Swiatek.

Amanda Anisimova

vs

Iga Swiatek

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