La aspirante a ‘mossa’ niega, por primera vez, haber matado a Aleix: «Lo echo de menos, esto no es justo»

«Echo de menos a Aleix . Teníamos una amistad muy rara, pero la verdad que ha sido uno de los mejores amigos que he tenido. Le he podido explicar muchas cosas de mi vida que no pienso contar aquí. A su hijo nunca le hubiese daño , lo he querido muchísimo. Se han dicho muchas cosas mal. Visto ahora sé que está mal hecho, pero yo no maté a Aleix y no hubiese hecho daño a su hijo en ninguna situación . No es justo esto». Es lo que ha dicho este viernes Montserrat N., la aspirante a ‘mossa’, durante su derecho a la última palabra en el juicio por el que se enfrenta a una petición de 34 años de prisión, por parte de la Fiscalía, y a prisión permanente, de la acusación particular, por maltratar y asesinar a Aleix Álvarez Prieto, de 43 años, el 7 de abril de 2023.Es la primera vez que Montserrat, aspirante a ‘mossa’ , niega el crimen ante el tribunal del jurado. Durante su declaración, afirmó ser culpable de «todo lo que recordaba» y por eso apuntó no recordar haberle clavado un cuchillo en el corazón y luego lavarlo para tratar de eliminar pruebas que la incriminasen. Todo ello, después de haberlo sometido a constantes insultos, vejaciones, amenazas y golpes, hasta deshumanizarlo. Incluso llegó a obligarlo a grabar varios audios en los que este la autorizaba a contratar a un sicario para matar al hijo de él, de nueve años, por eso, durante la última vista, la acusada ha asegurado haber sido incapaz de hacer daño al pequeño. Ha sido un juicio «excepcional», tal y como avanzó el fiscal Manuel Sancho el primer día, porque el tribunal del jurado ha podido ver el deterioro de la víctima y las torturas a las que ella lo sometió en vídeos y audios que grababa la propia Montserrat con sus teléfonos. Más de 630.000 archivos, que contienen imágenes aterradoras. Aleix se cuclillas suplicándole que lo deje incorporarse por el dolor. Aleix sangrando por su oreja izquierda mientras ella lo insulta…y así, horas y horas de material, que ella misma clasificaba. Los forenses han certificado que reúne las características de las denominada tétrada oscura : maquiavelismo, sadismo, narcisismo y psicopatía. Lo que, fuera de términos clínicos, en palabras del especialista que la examinó, el doctor Cuquerella, vendría a definir «la maldad», que no una alteración mental. Es decir, no sufre ninguna enfermedad que le altere la percepción de la realidad. Noticia Relacionada estandar Si La aspirante a ‘mossa’, un «parásito» que «destrozaba» a sus víctimas para «someterlas» Elena Burés Es la descripción que ha hecho un agente de Homicidios de Montserrat N., que se sienta en el banquillo acusada de maltratar y matar a AleixUno de los momentos más duros del juicio, además de ver y escuchar al propio Aleix, ya muy deteriorado, implorando a su presunta asesina, ha sido la pericial de la autopsia, cuando en las pantallas de la sala se ha podido ver el cuerpo de la víctima y sus numerosas lesiones, previas a la cuchillada mortal. Cuando los forenses le raparon el pelo descubrieron, además, que tenía otra veintena de golpes en la cabeza . Todas se produjeron estando este quieto, lo que implica que no fueron resultado de caídas, sino de golpes. La defensa de Montserrat, la abogada de oficio Obdulia de la Rocha, se ha afanado en su alegato final por tratar de desmontar los indicios en contra de quien, a muchas de sus víctimas, explicó que era policía o bien que aspiraba a entrar en los Mossos. Del escenario contaminado por los Servicios de Emergencias que acudieron a auxiliarlo; a la falta de ADN en el supuesto arma del crimen -un cuchillo de cocina- o recordar que aquí no se juzga a la acusada por sus torturas a otras víctimas , como Eva e Iván, sino por el asesinato de Aleix.Ahora serán los miembros del jurado los que tendrán que emitir un veredicto. «Echo de menos a Aleix . Teníamos una amistad muy rara, pero la verdad que ha sido uno de los mejores amigos que he tenido. Le he podido explicar muchas cosas de mi vida que no pienso contar aquí. A su hijo nunca le hubiese daño , lo he querido muchísimo. Se han dicho muchas cosas mal. Visto ahora sé que está mal hecho, pero yo no maté a Aleix y no hubiese hecho daño a su hijo en ninguna situación . No es justo esto». Es lo que ha dicho este viernes Montserrat N., la aspirante a ‘mossa’, durante su derecho a la última palabra en el juicio por el que se enfrenta a una petición de 34 años de prisión, por parte de la Fiscalía, y a prisión permanente, de la acusación particular, por maltratar y asesinar a Aleix Álvarez Prieto, de 43 años, el 7 de abril de 2023.Es la primera vez que Montserrat, aspirante a ‘mossa’ , niega el crimen ante el tribunal del jurado. Durante su declaración, afirmó ser culpable de «todo lo que recordaba» y por eso apuntó no recordar haberle clavado un cuchillo en el corazón y luego lavarlo para tratar de eliminar pruebas que la incriminasen. Todo ello, después de haberlo sometido a constantes insultos, vejaciones, amenazas y golpes, hasta deshumanizarlo. Incluso llegó a obligarlo a grabar varios audios en los que este la autorizaba a contratar a un sicario para matar al hijo de él, de nueve años, por eso, durante la última vista, la acusada ha asegurado haber sido incapaz de hacer daño al pequeño. Ha sido un juicio «excepcional», tal y como avanzó el fiscal Manuel Sancho el primer día, porque el tribunal del jurado ha podido ver el deterioro de la víctima y las torturas a las que ella lo sometió en vídeos y audios que grababa la propia Montserrat con sus teléfonos. Más de 630.000 archivos, que contienen imágenes aterradoras. Aleix se cuclillas suplicándole que lo deje incorporarse por el dolor. Aleix sangrando por su oreja izquierda mientras ella lo insulta…y así, horas y horas de material, que ella misma clasificaba. Los forenses han certificado que reúne las características de las denominada tétrada oscura : maquiavelismo, sadismo, narcisismo y psicopatía. Lo que, fuera de términos clínicos, en palabras del especialista que la examinó, el doctor Cuquerella, vendría a definir «la maldad», que no una alteración mental. Es decir, no sufre ninguna enfermedad que le altere la percepción de la realidad. Noticia Relacionada estandar Si La aspirante a ‘mossa’, un «parásito» que «destrozaba» a sus víctimas para «someterlas» Elena Burés Es la descripción que ha hecho un agente de Homicidios de Montserrat N., que se sienta en el banquillo acusada de maltratar y matar a AleixUno de los momentos más duros del juicio, además de ver y escuchar al propio Aleix, ya muy deteriorado, implorando a su presunta asesina, ha sido la pericial de la autopsia, cuando en las pantallas de la sala se ha podido ver el cuerpo de la víctima y sus numerosas lesiones, previas a la cuchillada mortal. Cuando los forenses le raparon el pelo descubrieron, además, que tenía otra veintena de golpes en la cabeza . Todas se produjeron estando este quieto, lo que implica que no fueron resultado de caídas, sino de golpes. La defensa de Montserrat, la abogada de oficio Obdulia de la Rocha, se ha afanado en su alegato final por tratar de desmontar los indicios en contra de quien, a muchas de sus víctimas, explicó que era policía o bien que aspiraba a entrar en los Mossos. Del escenario contaminado por los Servicios de Emergencias que acudieron a auxiliarlo; a la falta de ADN en el supuesto arma del crimen -un cuchillo de cocina- o recordar que aquí no se juzga a la acusada por sus torturas a otras víctimas , como Eva e Iván, sino por el asesinato de Aleix.Ahora serán los miembros del jurado los que tendrán que emitir un veredicto.  

«Echo de menos a Aleix. Teníamos una amistad muy rara, pero la verdad que ha sido uno de los mejores amigos que he tenido. Le he podido explicar muchas cosas de mi vida que no pienso contar aquí. A su hijo nunca le hubiese daño … , lo he querido muchísimo. Se han dicho muchas cosas mal. Visto ahora sé que está mal hecho, pero yo no maté a Aleix y no hubiese hecho daño a su hijo en ninguna situación. No es justo esto». Es lo que ha dicho este viernes Montserrat N., la aspirante a ‘mossa’, durante su derecho a la última palabra en el juicio por el que se enfrenta a una petición de 34 años de prisión, por parte de la Fiscalía, y a prisión permanente, de la acusación particular, por maltratar y asesinar a Aleix Álvarez Prieto, de 43 años, el 7 de abril de 2023.

Es la primera vez que Montserrat, aspirante a ‘mossa’, niega el crimen ante el tribunal del jurado. Durante su declaración, afirmó ser culpable de «todo lo que recordaba» y por eso apuntó no recordar haberle clavado un cuchillo en el corazón y luego lavarlo para tratar de eliminar pruebas que la incriminasen. Todo ello, después de haberlo sometido a constantes insultos, vejaciones, amenazas y golpes, hasta deshumanizarlo. Incluso llegó a obligarlo a grabar varios audios en los que este la autorizaba a contratar a un sicario para matar al hijo de él, de nueve años, por eso, durante la última vista, la acusada ha asegurado haber sido incapaz de hacer daño al pequeño.

Ha sido un juicio «excepcional», tal y como avanzó el fiscal Manuel Sancho el primer día, porque el tribunal del jurado ha podido ver el deterioro de la víctima y las torturas a las que ella lo sometió en vídeos y audios que grababa la propia Montserrat con sus teléfonos. Más de 630.000 archivos, que contienen imágenes aterradoras. Aleix se cuclillas suplicándole que lo deje incorporarse por el dolor. Aleix sangrando por su oreja izquierda mientras ella lo insulta…y así, horas y horas de material, que ella misma clasificaba.

Los forenses han certificado que reúne las características de las denominada tétrada oscura: maquiavelismo, sadismo, narcisismo y psicopatía. Lo que, fuera de términos clínicos, en palabras del especialista que la examinó, el doctor Cuquerella, vendría a definir «la maldad», que no una alteración mental. Es decir, no sufre ninguna enfermedad que le altere la percepción de la realidad.

Uno de los momentos más duros del juicio, además de ver y escuchar al propio Aleix, ya muy deteriorado, implorando a su presunta asesina, ha sido la pericial de la autopsia, cuando en las pantallas de la sala se ha podido ver el cuerpo de la víctima y sus numerosas lesiones, previas a la cuchillada mortal. Cuando los forenses le raparon el pelo descubrieron, además, que tenía otra veintena de golpes en la cabeza. Todas se produjeron estando este quieto, lo que implica que no fueron resultado de caídas, sino de golpes.

La defensa de Montserrat, la abogada de oficio Obdulia de la Rocha, se ha afanado en su alegato final por tratar de desmontar los indicios en contra de quien, a muchas de sus víctimas, explicó que era policía o bien que aspiraba a entrar en los Mossos. Del escenario contaminado por los Servicios de Emergencias que acudieron a auxiliarlo; a la falta de ADN en el supuesto arma del crimen -un cuchillo de cocina- o recordar que aquí no se juzga a la acusada por sus torturas a otras víctimas, como Eva e Iván, sino por el asesinato de Aleix.

Ahora serán los miembros del jurado los que tendrán que emitir un veredicto.

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