La banca europea se arma contra los neobancos y se lanza a los criptoactivos y las ‘stablecoins’

“Las criptomonedas han venido para quedarse” es una de las frases que más repite la industria de activos digitales. La tecnología que nació para desafiar el sistema financiero tradicional —incluidos los bancos—, libre de controles e intermediarios y fuera de los juegos del poder, ha acabado por integrarse cada vez más en ese sistema del que era antagonista. Su auge en el último año, de la mano de una demanda creciente entre cada vez más tipos de inversores, ha convencido a la gran banca de que no puede quedarse fuera de este mercado. En las últimas semanas, varias entidades europeas han dado el pistoletazo de salida a sus servicios cripto, bajo el paraguas de MiCA, la primera normativa que regula el sector, en vigor desde hace más de seis meses. Tres servicios concentran las apuestas de los bancos: compraventa de activos digitales, custodia y emisión de stablecoins, cada una con un público objetivo.

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 El BBVA ya permite la operativa con bitcoin y ether, el Santander estaría evaluando ofrecer monedas estables y CaixaBank estudia el lanzamiento de servicios ligados a estos activos  

“Las criptomonedas han venido para quedarse” es una de las frases que más repite la industria de activos digitales. La tecnología que nació para desafiar el sistema financiero tradicional —incluidos los bancos—, libre de controles e intermediarios y fuera de los juegos del poder, ha acabado por integrarse cada vez más en ese sistema del que era antagonista. Su auge en el último año, de la mano de una demanda creciente entre cada vez más tipos de inversores, ha convencido a la gran banca de que no puede quedarse fuera de este mercado. En las últimas semanas, varias entidades europeas han dado el pistoletazo de salida a sus servicios cripto, bajo el paraguas de MiCA, la primera normativa que regula el sector, en vigor desde hace más de seis meses. Tres servicios concentran las apuestas de los bancos: compraventa de activos digitales, custodia y emisión de stablecoins, cada una con un público objetivo.

En España, la carrera del sector bancario por entrar en este negocio se ha acelerado después de que la semana pasada, mientras bitcoin estaba a punto de mercar nuevos máximos históricos, el BBVA activara su servicio de compraventa y custodia de bitcoin y ether para todos sus usuarios en el país. La entidad ya tiene experiencia en Suiza, donde ofrece desde 2021 el intercambio de las dos principales criptomonedas y de la stablecoin USDC a sus clientes de banca privada.

El BBVA es la primera entidad tradicional en abrir esta puerta a sus usuarios en España tras haber obtenido la licencia MiCA, pero no será la única: la CNMV reconoce que tiene sobre la mesa otras cuatro instancias de entidades financieras, tres de firmas de crédito y una empresa de asesoramiento financiero. CaixaBank ya adelantó a este periódico el pasado octubre que estaba ultimando su oferta de divisas digitales y reitera que “está estudiando el lanzamiento de servicios cripto para España” con el foco en los jóvenes inversores. El Banco Santander, por su parte, quiere ofrecer sus servicios cripto a través de Openbank, que ya da acceso a productos cotizados (ETP) con exposición a activos como bitcoin, ethereum, cardano o polkadot.

La inversión directa en criptomonedas no es la única apuesta de la gran banca, que mira de reojo el interés despertado por las stablecoinsligadas al dólar o al euro. Al tener su valor vinculado al de una moneda de curso legal (fiat), neutralizan uno de los riesgos intrínsecos de las criptos, la volatilidad, y son vistas como una alternativa a los tradicionales sistemas de pago, por permitir transacciones inmediatas y de bajo coste.

Entre los bancos que estarían analizando las stablecoins se encuentra el Santander, que estaría evaluando desembarcar en este negocio según ha publicado Bloomberg, aunque en la entidad no realizan comentarios al respecto. Pese a ello, la firma está buscando a través de la red social LinkedIn un experto en monedas estables para definir, desarrollar y liderar la hoja de ruta global para el producto de stablecoinsdel banco”.

Junto a ella, hay otras firmas como Société Generale-Forge, filial del Grupo Société Générale dedicada a los criptoactivos, que ha puesto en marcha una stablecoin ligada al dólar, la USD CoinVertible, la segunda gestionada por la entidad gala, que en abril de 2023 emitió la EUR CoinVertible (EURCV), vinculada en este caso al euro. Deutsche Bank también está estudiando lanzar su propia moneda estable o colaborar a la creación de un token conjunto con el sector.

Cristina Carrascosa, CEO de ATH21, destaca el fuerte crecimiento del mercado de las stablecoins, que ya supera un valor de mercado de 255.000 millones de dólares (unos 217.000 millones de euros). En su opinión, emitir monedas estables, “les permite captar reservas, ya que la regulación exige respaldos en moneda fiat, o activos líquidos de bajo riesgo», que generan ingresos. A la vez, los bancos no quieren perder este tren y que otras entidades empiecen a tener peso en negocios hasta ahora exclusivos de los bancos, como la gestión de pagos y transferencias, la canalización del ahorro y captación de depósitos.

La custodia de criptoactivos es otro foco del negocio bancario, donde los bancos juegan con ventaja, al ser percibidos como más seguros. Garanti, la filial turca de BBVA, creó en 2023 una compañía específica para ofrecer custodia de activos digitales. En España Cecabank, que está a la espera de la licencia MiCA, pretende convertirse en el custodio de referencia, mientras Deutsche Bank prevé lanzar este servicio en 2026, con Bitpanda como proveedor tecnológico, según ha confirmado el bróker austriaco a CincoDías.

Otros bancos están tanteando las cripto pero sin tener una estrategia clara. En enero, Intesa Sanpaolo, el grupo bancario más grande de Italia, adquirió aproximadamente 1 millón de euros en bitcoin. Su consejero delegado, Carlo Messina, aclaró que se trataba de una “prueba” para estar preparados en caso de que algunos clientes pidieran realizar estas inversiones.

La gran banca parece haber perdido el miedo. La ausencia de regulación fue durante años el mayor obstáculo para poder prestar servicios relacionados con criptoactivos. Pero con MiCA echada a andar, estas entidades buscan atraer a un cliente interesado en diversificar su cartera y con interés en las cripto que ve en las fintech una experiencia de usuario más cercana, al que se suma también el cliente institucional. De hecho, en España antes de la entrada en vigor del reglamento, la oferta de criptoactivos estaba limitada a las fintech, especialmente Revolut y N26.

No obstante, la apuesta por las criptos no es generalizada. Fuentes del mercado explican que las entidades medianas están a la espera de ver cómo se mueve el mercado y los servicios que las entidades más grandes ofrecen a sus clientes. El riesgo reputacional ante un activo de alto riesgo y volátil sigue siendo un elemento disuasorio significativo. Pero la competencia y el quedarse atrás es otro peligro al que se enfrentan, según detalla Carrascosa. “Muchos usuarios decidirán permanecer con sus bancos si ofrecen también servicios cripto. De lo contrario, es posible que haya un traspaso de clientes de esas entidades a fintech o exchanges. Recordemos que se prevé un traspaso de riqueza generacional de miles de millones entre los boomers y la generación Z. Perder a ese cliente va a suponer mucho”, concluye.

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