La CNMV vigila movimientos especulativos en la opa del BBVA sobre el Sabadell

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) refuerza su vigilancia del mercado en el plazo de aceptación de la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell, según indican fuentes jurídicas. En su foco está tanto evitar posibles movimientos especulativos que inflen artificialmente el valor y, por tanto, el precio de la opa como velar por que en una oferta como esta, de carácter hostil, se respeten los derechos de los accionistas minoritarios. Y que estos, por tanto, puedan tomar sus decisiones de forma autónoma y sin estar condicionados por uno u otro banco.

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 La especulación en el mercado y el respeto a los minoristas, en el foco del regulador  

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) refuerza su vigilancia del mercado en el plazo de aceptación de la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell, según indican fuentes jurídicas. En su foco está tanto evitar posibles movimientos especulativos que inflen artificialmente el valor y, por tanto, el precio de la opa como velar por que en una oferta como esta, de carácter hostil, se respeten los derechos de los accionistas minoritarios. Y que estos, por tanto, puedan tomar sus decisiones de forma autónoma y sin estar condicionados por uno u otro banco.

El plazo de aceptación de la opa se inició el pasado 8 de septiembre y se extenderá, si el BBVA no lo amplía, hasta el 7 de octubre. En este tiempo, los accionistas del Sabadell deberán decidir si aceptan o no la oferta de la entidad que preside Carlos Torres. Es el momento clave de la opa y, por tanto, en el que se decidirá, después de 16 meses, quién triunfa.

El BBVA ofrece una acción y 0,7 euros en dividendos retrasados por cada 5,5483 títulos del banco catalán. De acuerdo a los precios del mercado, esto valora al Sabadell a 3,04 euros por acción, un 6,67% por debajo del precio que marca en Bolsa la entidad catalana. Por esta razón, el Sabadell ha rechazado la puja al considerar que “infravalora significativamente” a la entidad, mientras que el BBVA considera que permite a los accionistas del Sabadell crear un gran banco europeo y alerta de que, una vez que pase el periodo en que pueden mejorar la oferta, la acción caerá.

Uno de los focos del regulador durante estas semanas está en que los accionistas del Sabadell que sean además clientes del banco tengan plena libertad para tomar la decisión sobre acudir a la opa o no y no actúen condicionados por la red de oficinas y comerciales del banco. El BBVA, para intentar paliar estas cuestiones, ha abierto una línea telefónica y presta asesoría en sus propias oficinas a los accionistas del Sabadell que quieran vender sus acciones, sean clientes del banco o no.

“Siempre tiene que extremar la vigilancia en los periodos de adhesión de la opa”, explican fuentes jurídicas. Sobre todo en esta en la que uno de los bancos es banco agente de la oferta, el BBVA, y el otro es el banco de referencia de gran parte de los accionistas minoritarios del Sabadell. “Tendrán que vigilar bien las relaciones con estos inversores”. En concreto, la labor del supervisor pasa porque ninguna de las dos entidades lleve a cabo acciones destinadas a entorpecer u oponerse a los deseos de los inversores.

“No puedan estar pendientes de lo que dice un director de oficina a alguien que pregunta. Pero sí tendrán que supervisar la publicidad, como ya han hecho en toda la operación, lo que se cuenta en entrevistas… Este es el periodo más sensible. No está permitido apalabrar operaciones con accionistas de referencia, ni llegar a compromisos futuros a cambio de la adhesión o no a la opa”, añaden estas fuentes. Una de las cuestiones que regula la ley, por ejemplo, es que toda publicidad vinculada a la opa tiene que aludir al folleto.

Otra cuestión importante a considerar por los regulador son los posibles movimientos especulativos en las cotizaciones, máxime en una oferta en acciones. La CNMV, de oficio, ya chequea los precios y los volúmenes de las operaciones que se cruzan en el mercado. La clave está en un nuevo escenario que apareció hace escasas semanas, con la publicación del folleto de la oferta. Se trata de la posibilidad de que el BBVA, si se queda con entre el 30% y el 50%, elimine la condición de aceptación mínima. Esto obligaría que lanzase, en el plazo de un mes, una segunda oferta con un componente en efectivo y a un precio que la CNMV considerase como equitativo, para lo que la cotización del Sabadell en los días previos a la liquidación de la oferta es clave.

La CNMV vigila, concretamente, si considera que la cotización del Sabadell o del BBVA se inflara de forma artificial para intentar elevar el precio de esa eventual segunda opa, máxime cuando el propio Torres ha negado que vaya a renunciar a esta condición de aceptación mínima y, por tanto, a lanzar una segunda oferta. En este caso, si el regulador ve indicios de manipulación de mercado puede abrir un expediente e imponer sanciones.

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