Vox suma un nuevo episodio de fractura interna, ahora con la salida definitiva de Idoia Ribas, diputada autonómica Baleares. La ex dirigente regional, que fue portavoz al inicio de la legislatura y negoció los primeros presupuestos con el PP, ha anunciado este martes su salida del grupo parlamentario de la formación, alegando un «hostigamiento continuado» por parte de sus compañeros. Ribas ya había formalizado su baja como militante el pasado mes de abril, pero decidió mantenerse como diputada del grupo hasta ahora, a pesar de que la tensión con sus compañeros de partido era palpable.La decisión, según ha explicado, se desencadenó tras una grave confrontación con la actual portavoz de Vox en el Parlamento balear, Manuela Cañadas, durante el debate de los Presupuestos de este lunes.El enfrentamiento entre ambas diputadas, calificado como una «bronca monumental» por fuentes parlamentarias, casi obligó a interrumpir el pleno. Ribas llegó a llamar «gilipollas» y «sinvergüenza» a Cañadas después de que ésta la acusara de decir «gilipolleces», en un episodio de tensión que evidenció la fractura interna en el seno del grupo parlamentario. «Vox renuncia a aplicar su programa»En un comunicado difundido tras el incidente, Ribas asegura que su marcha no responde a una decisión repentina, sino a un «proceso de acoso continuado» desde que anunció su baja como militante del partido meses atrás. «Dije que no me iría del grupo a no ser que el hostigamiento continuase tras mi baja del partido. Como así ha sido, no me queda más remedio que irme», ha declarado.«He sido víctima de una campaña de difamación pública desde dentro del partido», ha denunciado Ribas, quien acusa a la dirección de Vox de fomentar un clima «inhabitable» para los cargos que muestran discrepancias. Además, la diputada ha dirigido duras críticas al funcionamiento del partido a nivel nacional. En un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), ha afirmado que «Vox maltrata a gran parte de sus cargos electos, evita gobernar en autonomías y renuncia a aplicar su programa». Y añade que «cada cual sabrá si esa es la opción que quiere para España».La sangría no cesaLa salida de Ribas deja al Grupo Vox con seis diputados -de los ocho que obtuvo en las elecciones- en el Parlamento balear y agudiza la grave crisis interna que vive el partido casi desde el inicio de la legislatura. Como publicó ABC, el líder del Vox perdió el control del partido en Baleares en octubre de 2023 cuando cinco diputados, entre ellos Buades, se rebelaron contra la «mano dura» de la dirección nacional. En dos años Vox Baleares ha perdido tres diputados y las crisis no han cesado. En octubre de 2023 abandonó el diputado menorquín Xisco Cardona, más tarde, se fue Agustín Buades. Ambos son diputados no adscritos.Idoia Ribas, junto con Agustín Buades y Sergio Rodríguez, formaban parte del bloque de cinco rebeldes que intentaron en enero expulsar al presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne, y a la líder regional, Patricia De las Heras, que eran los dos únicos diputados fieles a Abascal. El partido les expedientó pero la expulsión no se consumó por una cuestión de aritmética. Si se iban, Vox quedaba desmembrado y en minoría con sólo tres diputados.En los siguientes meses, la dirección nacional logró aparentemente reconducir a Manuela Cañadas y a María José Verdú para volver a ser mayoría: cinco. Los rebeldes Buades, Idoia Ribas y Sergio Rodríguez fundaron la asociación civil Avanza en Libertad, con la misma ideología que Vox. Más tarde, Rodríguez volvió al grupo oficialista y dejó a Ribas y Buades solos al frente de la asociación Avanzando en Libertad, que algunas voces apuntan como el embrión de un futuro partido. Y este martes, Idoia Ribas dejó entrever que ya sólo quiere «seguir avanzando en libertad». Vox suma un nuevo episodio de fractura interna, ahora con la salida definitiva de Idoia Ribas, diputada autonómica Baleares. La ex dirigente regional, que fue portavoz al inicio de la legislatura y negoció los primeros presupuestos con el PP, ha anunciado este martes su salida del grupo parlamentario de la formación, alegando un «hostigamiento continuado» por parte de sus compañeros. Ribas ya había formalizado su baja como militante el pasado mes de abril, pero decidió mantenerse como diputada del grupo hasta ahora, a pesar de que la tensión con sus compañeros de partido era palpable.La decisión, según ha explicado, se desencadenó tras una grave confrontación con la actual portavoz de Vox en el Parlamento balear, Manuela Cañadas, durante el debate de los Presupuestos de este lunes.El enfrentamiento entre ambas diputadas, calificado como una «bronca monumental» por fuentes parlamentarias, casi obligó a interrumpir el pleno. Ribas llegó a llamar «gilipollas» y «sinvergüenza» a Cañadas después de que ésta la acusara de decir «gilipolleces», en un episodio de tensión que evidenció la fractura interna en el seno del grupo parlamentario. «Vox renuncia a aplicar su programa»En un comunicado difundido tras el incidente, Ribas asegura que su marcha no responde a una decisión repentina, sino a un «proceso de acoso continuado» desde que anunció su baja como militante del partido meses atrás. «Dije que no me iría del grupo a no ser que el hostigamiento continuase tras mi baja del partido. Como así ha sido, no me queda más remedio que irme», ha declarado.«He sido víctima de una campaña de difamación pública desde dentro del partido», ha denunciado Ribas, quien acusa a la dirección de Vox de fomentar un clima «inhabitable» para los cargos que muestran discrepancias. Además, la diputada ha dirigido duras críticas al funcionamiento del partido a nivel nacional. En un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), ha afirmado que «Vox maltrata a gran parte de sus cargos electos, evita gobernar en autonomías y renuncia a aplicar su programa». Y añade que «cada cual sabrá si esa es la opción que quiere para España».La sangría no cesaLa salida de Ribas deja al Grupo Vox con seis diputados -de los ocho que obtuvo en las elecciones- en el Parlamento balear y agudiza la grave crisis interna que vive el partido casi desde el inicio de la legislatura. Como publicó ABC, el líder del Vox perdió el control del partido en Baleares en octubre de 2023 cuando cinco diputados, entre ellos Buades, se rebelaron contra la «mano dura» de la dirección nacional. En dos años Vox Baleares ha perdido tres diputados y las crisis no han cesado. En octubre de 2023 abandonó el diputado menorquín Xisco Cardona, más tarde, se fue Agustín Buades. Ambos son diputados no adscritos.Idoia Ribas, junto con Agustín Buades y Sergio Rodríguez, formaban parte del bloque de cinco rebeldes que intentaron en enero expulsar al presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne, y a la líder regional, Patricia De las Heras, que eran los dos únicos diputados fieles a Abascal. El partido les expedientó pero la expulsión no se consumó por una cuestión de aritmética. Si se iban, Vox quedaba desmembrado y en minoría con sólo tres diputados.En los siguientes meses, la dirección nacional logró aparentemente reconducir a Manuela Cañadas y a María José Verdú para volver a ser mayoría: cinco. Los rebeldes Buades, Idoia Ribas y Sergio Rodríguez fundaron la asociación civil Avanza en Libertad, con la misma ideología que Vox. Más tarde, Rodríguez volvió al grupo oficialista y dejó a Ribas y Buades solos al frente de la asociación Avanzando en Libertad, que algunas voces apuntan como el embrión de un futuro partido. Y este martes, Idoia Ribas dejó entrever que ya sólo quiere «seguir avanzando en libertad».
Vox suma un nuevo episodio de fractura interna, ahora con la salida definitiva de Idoia Ribas, diputada autonómica Baleares. La ex dirigente regional, que fue portavoz al inicio de la legislatura y negoció los primeros presupuestos con el PP, ha anunciado este martes su salida del grupo parlamentario de la formación, alegando un «hostigamiento continuado» por parte de sus compañeros. Ribas ya había formalizado su baja como militante el pasado mes de abril, pero decidió mantenerse como diputada del grupo hasta ahora, a pesar de que la tensión con sus compañeros de partido era palpable.
La decisión, según ha explicado, se desencadenó tras una grave confrontación con la actual portavoz de Vox en el Parlamento balear, Manuela Cañadas, durante el debate de los Presupuestos de este lunes.
El enfrentamiento entre ambas diputadas, calificado como una «bronca monumental» por fuentes parlamentarias, casi obligó a interrumpir el pleno. Ribas llegó a llamar «gilipollas» y «sinvergüenza» a Cañadas después de que ésta la acusara de decir «gilipolleces», en un episodio de tensión que evidenció la fractura interna en el seno del grupo parlamentario.
«Vox renuncia a aplicar su programa»
En un comunicado difundido tras el incidente, Ribas asegura que su marcha no responde a una decisión repentina, sino a un «proceso de acoso continuado» desde que anunció su baja como militante del partido meses atrás. «Dije que no me iría del grupo a no ser que el hostigamiento continuase tras mi baja del partido. Como así ha sido, no me queda más remedio que irme», ha declarado.
«He sido víctima de una campaña de difamación pública desde dentro del partido», ha denunciado Ribas, quien acusa a la dirección de Vox de fomentar un clima «inhabitable» para los cargos que muestran discrepancias.
Además, la diputada ha dirigido duras críticas al funcionamiento del partido a nivel nacional. En un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), ha afirmado que «Vox maltrata a gran parte de sus cargos electos, evita gobernar en autonomías y renuncia a aplicar su programa». Y añade que «cada cual sabrá si esa es la opción que quiere para España».
La sangría no cesa
La salida de Ribas deja al Grupo Vox con seis diputados -de los ocho que obtuvo en las elecciones- en el Parlamento balear y agudiza la grave crisis interna que vive el partido casi desde el inicio de la legislatura. Como publicó ABC, el líder del Vox perdió el control del partido en Baleares en octubre de 2023 cuando cinco diputados, entre ellos Buades, se rebelaron contra la «mano dura» de la dirección nacional.
En dos años Vox Baleares ha perdido tres diputados y las crisis no han cesado. En octubre de 2023 abandonó el diputado menorquín Xisco Cardona, más tarde, se fue Agustín Buades. Ambos son diputados no adscritos.
Idoia Ribas, junto con Agustín Buades y Sergio Rodríguez, formaban parte del bloque de cinco rebeldes que intentaron en enero expulsar al presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne, y a la líder regional, Patricia De las Heras, que eran los dos únicos diputados fieles a Abascal. El partido les expedientó pero la expulsión no se consumó por una cuestión de aritmética. Si se iban, Vox quedaba desmembrado y en minoría con sólo tres diputados.
En los siguientes meses, la dirección nacional logró aparentemente reconducir a Manuela Cañadas y a María José Verdú para volver a ser mayoría: cinco. Los rebeldes Buades, Idoia Ribas y Sergio Rodríguez fundaron la asociación civil Avanza en Libertad, con la misma ideología que Vox. Más tarde, Rodríguez volvió al grupo oficialista y dejó a Ribas y Buades solos al frente de la asociación Avanzando en Libertad, que algunas voces apuntan como el embrión de un futuro partido.
Y este martes, Idoia Ribas dejó entrever que ya sólo quiere «seguir avanzando en libertad».
RSS de noticias de espana/baleares