Los ingresos por impuestos siguen imbatibles en España y rozaron los 255.000 millones de euros al cierre de octubre, un marcado aumento del 8,3% respecto al mismo periodo del ejercicio previo, cuando por estas fechas se habían obtenido unos 235.000 millones. A falta de lo que suceda en noviembre y diciembre, la tendencia apunta a que el año volverá a cerrar en niveles históricos de recaudación tras los sucesivos récords anotados en 2021, 2022 y 2023, primero como consecuencia de la recuperación económica tras el impacto de la pandemia y, después, por el efecto de la inflación y del impulso del mercado de trabajo.
La Agencia Tributaria obtiene casi 50.000 millones en el décimo mes del año, un alza anual de casi el 10%
Los ingresos por impuestos siguen imbatibles en España y rozaron los 255.000 millones de euros al cierre de octubre, un marcado aumento del 8,3% respecto al mismo periodo del ejercicio previo, cuando por estas fechas se habían obtenido unos 235.000 millones. A falta de lo que suceda en noviembre y diciembre, la tendencia apunta a que el año volverá a cerrar en niveles históricos de recaudación tras los sucesivos récords anotados en 2021, 2022 y 2023, primero como consecuencia de la recuperación económica tras el impacto de la pandemia y, después, por el efecto de la inflación y del impulso del mercado de trabajo.
Según los datos publicados este viernes por la Agencia Tributaria, Hacienda ingresó en octubre 49.861 millones de euros, con un alza anual del 10% que evidencia que la marcha recaudatoria avanza a buen ritmo. Ello se explica por el efecto que suele tener este mes en la serie histórica. Tal y como recuerda la Agencia Tributaria en una nota, octubre es el periodo de mayor recaudación del año, con unos ingresos “procedentes de las declaraciones mensuales habituales, de las declaraciones del tercer trimestre de las pymes y del segundo pago a cuenta del impuesto sobre sociedades, en este último caso liquidando el periodo abril-septiembre”.
En efecto, prosigue el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, los resultados revelan “un comportamiento muy positivo tanto de las declaraciones trimestrales de las pymes como del segundo pago del impuesto sobre sociedades”. Por un lado, en las pymes, las retenciones sobre rendimientos del trabajo, el IVA bruto y los pagos fraccionados de las empresas personales crecieron a mayor ritmo del que mostraban en periodos anteriores. Por el otro, en el gravamen sobre sociedades, los beneficios hasta septiembre aumentaron por encima del 13%, y cerca de esa cifra lo hicieron los pagos. Esta figura aportó en el mes 19.725 millones de euros, seguida del IRPF (14.284 millones), el IVA (12.840 millones) y los impuestos especiales (1.991 millones). El resto de los impuestos sumó unos 1.000 millones más.
En los ingresos mensuales habituales, resalta la Agencia Tributaria, “se mantiene el fuerte ritmo en las retenciones del trabajo”, con una mejora en la evolución de las grandes empresas —en los tres meses anteriores mostraban una cierta tendencia a la moderación— y en las retenciones sobre los rendimientos del capital mobiliario y sobre las ganancias patrimoniales en fondos de inversión.
La evolución hasta el décimo mes del año podría haber sido mayor todavía, con una escalada anual superior al 9%, según cálculos de Hacienda, si no fuera por el impacto negativo en la recaudación que están teniendo los cambios normativos aprobados en los últimos meses por el Gobierno. Uno de ellos es la rebaja fiscal en el IRPF a las rentas bajas, resultado de incrementar la reducción por rendimientos del trabajo, la cual ha recortado los ingresos en unos 1.200 millones. Otra es el fin del endurecimiento que se impuso a los grupos consolidados el año pasado, una medida ya no está en vigor y que ha restado casi 480 millones a la recaudación.
La Agencia Tributaria también destaca las sentencias que afectan a los mutualistas y que les reconocen una devolución en el IRPF. Hasta la fecha, el impacto negativo para Hacienda ha sido de unos 2.000 millones de euros. Si a estas medidas que restan ingresos se le suman las que los impulsan —como la recuperación paulatina de los tipos impositivos habituales en el IVA energético—, el saldo neto para Hacienda equivale a una pérdida de 1.909 millones de euros en lo que va de 2024.
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