Leo Marchosky sacude los cimientos de la fe con su nueva novela

Leo Marchosky sacude los cimientos de la fe con su nueva novela

“Y el Lobo se convirtió en pastor” cuestiona la historia oficial de la Iglesia Católica en una trama cargada de tensión y reflexión.

Con un estilo narrativo elegante y una trama profundamente provocadora, el escritor panameño Leo Marchosky presenta su segunda novela, “Y el Lobo se convirtió en pastor”, bajo el sello de Letrame Grupo Editorial. Se trata de una obra de ficción histórica que no solo entretiene, sino que también desafía al lector a replantearse sus creencias más arraigadas. La historia, ambientada en el corazón de Italia y el Vaticano, pone el foco en las sombras del poder eclesiástico y sus posibles manipulaciones a lo largo de la historia.

Marchosky, médico de profesión y narrador por vocación, había debutado en diciembre de 2024 con “El año que jugué ajedrez”, una novela inspirada en su experiencia atendiendo pacientes en la selva del Darién durante los años ochenta. Con esta nueva publicación, reafirma su compromiso con una literatura que no solo cuenta historias, sino que invita al debate social, espiritual y moral.

Publicar un libro como “Y el Lobo se convirtió en pastor” no es tarea fácil. El autor aborda con valentía un tema tan complejo como sensible: la institucionalización de la fe y el uso del poder religioso como herramienta de control. En palabras de Marchosky, “los episodios oscuros que los feligreses hacen esfuerzos conscientes por ignorar, y el aparente asesinato del papa Juan Pablo I, fueron los elementos que me motivaron a escribir esta novela”.

El protagonista, el Padre Guillermo, es un erudito del clero que, tras descubrir ciertos textos y evidencias, es declarado mentalmente inestable y encerrado en un sanatorio. A través de su interacción con el psiquiatra Dr. Sebastian, la novela va desvelando un entramado de verdades incómodas, conspiraciones religiosas y asesinatos en nombre de la fe. Todo, sin perder el equilibrio narrativo entre la intriga y la profundidad filosófica.

Para quienes se preguntan cómo publicar un libro que desafíe las normas sin caer en la polémica vacía, Leo Marchosky ofrece una respuesta contundente: con investigación rigurosa, citas bíblicas bien integradas y una narrativa pensada para abrir puertas, no para cerrarlas.

La obra ha recibido opiniones muy positivas desde su reciente publicación. La editorial Letrame Grupo Editorial destaca: “Y el Lobo se convirtió en pastor es un manuscrito impresionante que demuestra la habilidad del autor para la narrativa profunda y significativa”. Además, señalan que se trata de “una contribución valiosa y destacada al género literario al que pertenece”.

También desde su entorno personal llegan opiniones entusiastas. Amigos y familiares que ya han leído la obra la califican como “material para una película”, destacando el giro sorpresivo de la trama y su capacidad para mantener al lector en vilo. “El contenido de la historia va a ser duro para algunos, pero no se puede negar que tiene una verdad en el centro”, comentó uno de los primeros lectores.

La novela está disponible en librerías seleccionadas y plataformas digitales, y es el resultado de un proceso editorial meticuloso. Para quienes estén pensando en publicar un libro o buscan una editorial comprometida con la calidad narrativa y la libertad de expresión, Letrame Grupo Editorial se presenta como una opción consolidada. Su apoyo al autor ha sido clave en el desarrollo de esta segunda publicación, guiándolo en todas las etapas: desde la revisión del manuscrito hasta el diseño, publicación y promoción.

En cuanto a sus expectativas, Marchosky reconoce que todo autor sueña con que su obra alcance gran reconocimiento. Sin embargo, señala que lo que realmente le motiva es que el libro despierte preguntas en el lector. “Si esta historia logra que alguien se cuestione, aunque sea por un instante, entonces estaré satisfecho”, afirma con convicción.

Y el Lobo se convirtió en pastor es mucho más que una novela de ficción histórica. Es un espejo incómodo, una invitación a mirar hacia adentro, a cuestionar lo que siempre se ha dado por cierto. Con esta obra, Leo Marchosky no solo consolida su lugar entre los narradores contemporáneos latinoamericanos, sino que también ofrece un referente valiente para quienes desean adentrarse en el universo de la escritura comprometida.

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