«Mallorca da la bienvenida al turista»: los hoteleros lanzan una campaña positiva frente al vandalismo

Mallorca ha amanecido este lunes con un mensaje rotundo para quienes llegan por aire, tierra o mar: « Tourist, thanks for visiting ». En total, 20 vallas distribuidas por la isla en varios idiomas para decir al turista que, pese al ruido, aquí sigue siendo bienvenido.La campaña, impulsada por la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), llega tras un fin de semana marcado por el último acto vandálico del grupo juvenil independentista Arran . Encapuchados y con cámaras encendidas, varios jóvenes vandalizaron con pintura roja la fachada de la sede de la Conselleria de Turismo del Govern balear —un edificio protegido del centro histórico de Palma— y quemaron fotos de destacados empresarios hoteleros. En el vídeo difundido por el propio colectivo se identifican las imágenes de Gabriel Escarrer (Meliá), Simón Pedro Barceló (Barceló Hotel Group) y Miquel Fluxà (Iberostar). Una voz en off les acusaba de haber «vendido la isla al capital privado» y declaraba «estar hartos y preparados para hacerles frente».Un delito de odioLa respuesta institucional no se hizo esperar. El Gobierno balear , presidido por Marga Prohens (PP), anunció acciones legales y calificó el ataque como «intolerable». Desde la patronal hotelera, el tono también ha sido firme. Javier Vich, presidente de la FEHM, recordó este lunes que «atacar a empresarios con nombres y apellidos puede constituir un delito de odio». La patronal insiste en que «no se puede permitir que cale en mercados clave como el sueco la idea de que los turistas no son bienvenidos». De hecho, reconoce una cierta ralentización en el ritmo de reservas respecto de 2023 y 2024 , en parte por la situación geopolítica de mercados como Alemania o Estados Unidos, pero también por el impacto de estos mensajes en la reputación del destino. «Desprestigiar el turismo es atentar contra el bienestar de miles de familias».La campaña lanzada por la FEHM no sólo responde a los ataques con carteles. También lo hace con cifras. Según sus datos, el turismo da empleo directo a más de 61.000 personas en Mallorca y genera más de 81.000 empleos si se suman los indirectos. En plena temporada alta, hasta el 36% de los afiliados a la Seguridad Social en Baleares trabaja en actividades ligadas al turismo: desde hoteles a restaurantes, pasando por transportistas, personal de limpieza o monitores de ocio. «Las 235.000 nóminas de julio y agosto las pagan quienes nos visitan», recuerda la patronal.Crecer en valor y no en volumenLa campaña de agradecimiento no se quedará en vallas, también incluirá carteles para hoteles y empresas , banners digitales para redes sociales y una carta dirigida a turoperadores internacionales para explicar que, pese a la tensión, el turismo sigue siendo una prioridad institucional. «Aquí no hay odio, hay hechos», insisten desde la FEHM.En contraste, Arran sigue su campaña de boicot. Hace semanas golpearon con martillos las cajas de seguridad donde los turistas recogen llaves de pisos vacacionales. Después, pintadas contra inmobiliarias. Ahora, ataques a la sede del propio Gobierno autonómico del PP, exigiendo «decrecer». Mientras tanto, los hoteleros apuestan por seguir creciendo «en valor y no en volumen». Admiten que hay problemas, como la movilidad, el acceso a vivienda y el déficit histórico de infraestructuras, pero rechazan que toda la culpa se achaque al turista. «El turismo no es un saco de boxeo», dijo Vich, que recuerda que el sector acaba de firmar el mejor convenio colectivo de hostelería de toda España, con una subida salarial del 13,5% en tres años y mejoras que consolidan la profesionalización y estabilidad laboral. Mallorca ha amanecido este lunes con un mensaje rotundo para quienes llegan por aire, tierra o mar: « Tourist, thanks for visiting ». En total, 20 vallas distribuidas por la isla en varios idiomas para decir al turista que, pese al ruido, aquí sigue siendo bienvenido.La campaña, impulsada por la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), llega tras un fin de semana marcado por el último acto vandálico del grupo juvenil independentista Arran . Encapuchados y con cámaras encendidas, varios jóvenes vandalizaron con pintura roja la fachada de la sede de la Conselleria de Turismo del Govern balear —un edificio protegido del centro histórico de Palma— y quemaron fotos de destacados empresarios hoteleros. En el vídeo difundido por el propio colectivo se identifican las imágenes de Gabriel Escarrer (Meliá), Simón Pedro Barceló (Barceló Hotel Group) y Miquel Fluxà (Iberostar). Una voz en off les acusaba de haber «vendido la isla al capital privado» y declaraba «estar hartos y preparados para hacerles frente».Un delito de odioLa respuesta institucional no se hizo esperar. El Gobierno balear , presidido por Marga Prohens (PP), anunció acciones legales y calificó el ataque como «intolerable». Desde la patronal hotelera, el tono también ha sido firme. Javier Vich, presidente de la FEHM, recordó este lunes que «atacar a empresarios con nombres y apellidos puede constituir un delito de odio». La patronal insiste en que «no se puede permitir que cale en mercados clave como el sueco la idea de que los turistas no son bienvenidos». De hecho, reconoce una cierta ralentización en el ritmo de reservas respecto de 2023 y 2024 , en parte por la situación geopolítica de mercados como Alemania o Estados Unidos, pero también por el impacto de estos mensajes en la reputación del destino. «Desprestigiar el turismo es atentar contra el bienestar de miles de familias».La campaña lanzada por la FEHM no sólo responde a los ataques con carteles. También lo hace con cifras. Según sus datos, el turismo da empleo directo a más de 61.000 personas en Mallorca y genera más de 81.000 empleos si se suman los indirectos. En plena temporada alta, hasta el 36% de los afiliados a la Seguridad Social en Baleares trabaja en actividades ligadas al turismo: desde hoteles a restaurantes, pasando por transportistas, personal de limpieza o monitores de ocio. «Las 235.000 nóminas de julio y agosto las pagan quienes nos visitan», recuerda la patronal.Crecer en valor y no en volumenLa campaña de agradecimiento no se quedará en vallas, también incluirá carteles para hoteles y empresas , banners digitales para redes sociales y una carta dirigida a turoperadores internacionales para explicar que, pese a la tensión, el turismo sigue siendo una prioridad institucional. «Aquí no hay odio, hay hechos», insisten desde la FEHM.En contraste, Arran sigue su campaña de boicot. Hace semanas golpearon con martillos las cajas de seguridad donde los turistas recogen llaves de pisos vacacionales. Después, pintadas contra inmobiliarias. Ahora, ataques a la sede del propio Gobierno autonómico del PP, exigiendo «decrecer». Mientras tanto, los hoteleros apuestan por seguir creciendo «en valor y no en volumen». Admiten que hay problemas, como la movilidad, el acceso a vivienda y el déficit histórico de infraestructuras, pero rechazan que toda la culpa se achaque al turista. «El turismo no es un saco de boxeo», dijo Vich, que recuerda que el sector acaba de firmar el mejor convenio colectivo de hostelería de toda España, con una subida salarial del 13,5% en tres años y mejoras que consolidan la profesionalización y estabilidad laboral.  

Mientras radicales de Arran queman fotos de Escarrer, Barceló y Fluxà, la patronal lanza una campaña para subrayar la hospitalidad de la isla: «El turismo no puede ser un saco de boxeo«

Vallas publicitarias de la FEHM recibiendo a los turistas.

Mallorca ha amanecido este lunes con un mensaje rotundo para quienes llegan por aire, tierra o mar: «Tourist, thanks for visiting». En total, 20 vallas distribuidas por la isla en varios idiomas para decir al turista que, pese al ruido, aquí sigue siendo bienvenido.

La campaña, impulsada por la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), llega tras un fin de semana marcado por el último acto vandálico del grupo juvenil independentista Arran. Encapuchados y con cámaras encendidas, varios jóvenes vandalizaron con pintura roja la fachada de la sede de la Conselleria de Turismo del Govern balear —un edificio protegido del centro histórico de Palma— y quemaron fotos de destacados empresarios hoteleros.

En el vídeo difundido por el propio colectivo se identifican las imágenes de Gabriel Escarrer (Meliá), Simón Pedro Barceló (Barceló Hotel Group) y Miquel Fluxà (Iberostar). Una voz en off les acusaba de haber «vendido la isla al capital privado» y declaraba «estar hartos y preparados para hacerles frente».

Un delito de odio

La respuesta institucional no se hizo esperar. El Gobierno balear, presidido por Marga Prohens (PP), anunció acciones legales y calificó el ataque como «intolerable».

Desde la patronal hotelera, el tono también ha sido firme. Javier Vich, presidente de la FEHM, recordó este lunes que «atacar a empresarios con nombres y apellidos puede constituir un delito de odio».

La patronal insiste en que «no se puede permitir que cale en mercados clave como el sueco la idea de que los turistas no son bienvenidos». De hecho, reconoce una cierta ralentización en el ritmo de reservas respecto de 2023 y 2024, en parte por la situación geopolítica de mercados como Alemania o Estados Unidos, pero también por el impacto de estos mensajes en la reputación del destino. «Desprestigiar el turismo es atentar contra el bienestar de miles de familias».

La campaña lanzada por la FEHM no sólo responde a los ataques con carteles. También lo hace con cifras. Según sus datos, el turismo da empleo directo a más de 61.000 personas en Mallorca y genera más de 81.000 empleos si se suman los indirectos. En plena temporada alta, hasta el 36% de los afiliados a la Seguridad Social en Baleares trabaja en actividades ligadas al turismo: desde hoteles a restaurantes, pasando por transportistas, personal de limpieza o monitores de ocio. «Las 235.000 nóminas de julio y agosto las pagan quienes nos visitan», recuerda la patronal.

Crecer en valor y no en volumen

La campaña de agradecimiento no se quedará en vallas, también incluirá carteles para hoteles y empresas, banners digitales para redes sociales y una carta dirigida a turoperadores internacionales para explicar que, pese a la tensión, el turismo sigue siendo una prioridad institucional. «Aquí no hay odio, hay hechos», insisten desde la FEHM.

En contraste, Arran sigue su campaña de boicot. Hace semanas golpearon con martillos las cajas de seguridad donde los turistas recogen llaves de pisos vacacionales. Después, pintadas contra inmobiliarias. Ahora, ataques a la sede del propio Gobierno autonómico del PP, exigiendo «decrecer».

Mientras tanto, los hoteleros apuestan por seguir creciendo «en valor y no en volumen». Admiten que hay problemas, como la movilidad, el acceso a vivienda y el déficit histórico de infraestructuras, pero rechazan que toda la culpa se achaque al turista. «El turismo no es un saco de boxeo», dijo Vich, que recuerda que el sector acaba de firmar el mejor convenio colectivo de hostelería de toda España, con una subida salarial del 13,5% en tres años y mejoras que consolidan la profesionalización y estabilidad laboral.

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