Ni Pollinica ni Resucitado: esta es la procesión de la Semana Santa de Málaga que no te debes perder por nada del mundo

A su paso por las calles de la ciudad se apagan las luces y se hace el silencio entre la gente, creando un momento único Leer A su paso por las calles de la ciudad se apagan las luces y se hace el silencio entre la gente, creando un momento único Leer  

La hoja de ruta para ‘pillar’ a las más de 40 cofradías y hermandades que procesionan en la Semana Santa de Málaga es prácticamente una utopía. Toda una yincana en la que no queda más remedio que elegir algunas imprescindibles y descartar otras. La elección puede ser por devoción, espectacularidad o, incluso, por logística si pasan a pocos metros de la puerta de casa.

Recordando a mi abuela guiándome de la mano por La Trinidad para contemplar a El Cautivo, diría que ver al Señor de Málaga es un must si visitas la ciudad en la semana de Pasión. Más allá de los recuerdos de infancia (donde la manzana de caramelo y el coco nunca faltan), la devoción por él queda patente en las miles de personas que lo siguen en su traslado y recorrido.

Sin embargo, pese a la popularidad de esta y otras imágenes como el Cristo de la Buena Muerte de Mena, hay procesiones cuya solemnidad te dejan sin aliento e, indudablemente, no hay que dejar de ver. Una de ellas, en la humilde opinión de una servidora, es la conocida como Servitas, oficialmente la Venerable Orden Tercera de Siervos de María Santísima de los Dolores.

Es una de las ocho que salen el Viernes Santo, casi despidiendo la semana, y en la que sus más de 40 hombres de trono procesionan a la virgen en un recorrido marcado por la emoción contenida y los rezos. A su paso, el sonido de los tambores roncos de la banda de CCTT de Bomberos.

Impresiona como las calles se oscurecen para recibir al trono, marcado por la sobriedad y guiado por la luz de las velas de los nazarenos. Estos no llevan capirotes sino túnicas, antifaces negros y el escapulario de la orden religiosa. El silencio se hace entre la gente,

Este año, además, se ha restaurado el trono, tanto la madera como la orfebrería, y la imagen de la virgen luce un puñal robado en la década de los 40. Es el primero que tuvo, realizado en el año 1750, y en él se distinguen las palmeras glabuladas, piedras amatistas, rubíes y perlas.

La procesión sale de la parroquia San Felipe Neri a las 22:00 horas y regresa a su templo a las 3:15 horas aproximadamente. Pese a no ser una cofradía o hermandad (es una orden religiosa), accede al recorrido oficial como el resto.

Continúa por calle Dos Aceras, plaza del Teatro y Nosquera. Merece la pena verla en Pozos Dulces y en calle Especería antes de llegar a la Tribuna de los Pobres a las 23:40 horas. Desde ahí continúa por Larios, calle Martínez, Atarazanas y Alameda Principal, entre otras.

Ya bien pasada la madrugada llega a calle Nueva en torno a las 2:15 horas y prosigue hacia calle Carretería hasta el retorno a la parroquia.

Junto con el Rocío (conocida como ‘La novia de Málaga’) y los tronos de la Congregación de Mena del Jueves Santo, hay otras capaces de impactar de la misma forma, año tras año.

La rosa roja que lleva la imagen de María Santísima de la Amargura Coronada, de la hermandad conocida como Zamarilla, capta la atención de muchos sin poder evitarlo.

Su belleza y una peculiar leyenda son algunos de los motivos de tanto fervor entre sus fieles. Esta se procesiona el Jueves Santo (la salida es a las 19:30 horas desde su ermita), al igual que Esperanza, una de las más tardías; esta inicia el itinerario a las 21:30 horas, destacando especialmente el tamaño de ambos tronos (más de 260 personas procesionan a la Virgen María Santísima de la Esperanza Coronada).

Del Viernes Santo, además de Servitas, tampoco hay que perderse a la Hermandad del Monte Calvario. El traslado de su cristo se realiza una hora antes de la salida procesional, descendiendo desde la ermita homónima.

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