Pedro Sánchez se ‘podemiza’: castiga a los pisos turísticos y justifica el boicot a la Vuelta por Gaza

Arranca la precampaña electoral en Andalucía anunciando medidas intervencionistas y confensado su «admiración» por quienes han torpedeado la competición ciclista Leer Arranca la precampaña electoral en Andalucía anunciando medidas intervencionistas y confensado su «admiración» por quienes han torpedeado la competición ciclista Leer  

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho este domingo un guiño a quienes tienen dificultades para acceder a una vivienda y ha anunciado que va a obligar que 53.000 pisos turísticos pasen a ser de alquiler de larga duración. Lo va a hacer, ha adelantado en un mitin electoral celebrado en Málaga, usando la Ley de Vivienda y el registro único de arrendamientos que contempla.

Sánchez ha explicado que, tras analizar los datos recibidos, se han encontrado irregularidades en esos 53.000 registros, que va a anular, 8.000 de ellos en Málaga, una de las ciudades con el mercado inmobiliario más tensionado. En Andalucía, serán 16.740 las viviendas turísticas que van a dejar de serlo a la fuerza.

Se trata de una medida claramente intervencionista que se puede interpretar como el intento de de competir directamente con los partidos más a su izquierda, en particular a Podemos, que fue su socio y que ahora es uno de los principales quebraderos de cabeza para el gobierno de coalición del PSOE y Sumar y que ha marcado como una de sus líneas rojas para negociar su apoyo a los presupuestos de 2026 el veto a Israel.

En esta misma línea, la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sido rotunda al afirmar que el ejecutivo apuesta por el intervencionismo, más allá de medidas contra los alojamientos turísticos. «Claro que vamos a intervenir el precio de los alquileres«, ha señalado.

Sánchez y Montero han sido este domingo los protagonistas del mitin con el que el PSOE ha arrancado la precampaña electoral en Andalucía, que tiene que acudir a las urnas, como muy tarde, el próximo junio.

En un mitin celebrado en el Pabellón de Deportes de la Universidad de Málaga, en la cuna política y familiar de Juanma Moreno, Sánchez ha querido dar un empujón a la candidatura de su número dos, una apuesta personal de cuyo éxito dependerá, en buena medida, sus propias posibilidades de seguir en La Moncloa.

Pero la podemización del líder socialista no se ha limitado a la vivienda. Gaza ha estado muy presente en el acto socialista y las referencias del presidente a la «barbarie» contra el pueblo palestino han sido continuas. En esta ocasión ha ido un paso más allá y se ha referido a las protestas, en algunos casos muy violentas, contra la participación de Israel que han puesto en serios aprietos la celebración de la Vuelta Ciclista a España.

Sánchez ha justificado esas protestas y ha expresado públicamente su «admiración» por quienes las han protagonizado. Tras mostrar su «respeto» a los deportistas, eso sí. Podemos había pedido explícitamente el boicot a la competición.

«España brilla como ejemplo en el mundo», se ha felicitado no solo en relación a la posición internacional sobre Palestina, sino también a la situación de la economía o la evolución del empleo en el país.

Mientras, ha contrapuesto el presidente, la oposición está anclada en «el insulto». Ha criticado que el PP de Alberto Núñez Feijóo haya votado en contra de la reducción de la jornada laboral esta misma semana y ha recordado que hizo lo mismo en la revalorización de las pensiones, la subida del Salario Mínimo Interprofesional o la reforma laboral.

El Partido Popular, ha hecho hincapié el presidente, se está «mimetizando» con la ultraderecha -«son lo mismo», ha insistido- y ha llegado a decir que Feijóo es «una mala copia de Santiago Abascal».

Poniendo el foco en Andalucía, ha cargado asimismo contra el presidente andaluz y líder del PP en la comunidad, el rival de Montero, del que ha señalado que es «muy de derechas» y al que ve «desganado, sin propuestas».

Por su parte, Montero, como ha venido haciendo en estos meses, llamó a los suyos a hacer piña y les reclamó unidad y convicción, que el PSOE andaluz esté «unido» y que se «crea» que es posible una victoria en las autonómica frente al PP. Una victoria que, ha añadido, es «una esperanza».

La candidata andaluza defendió las políticas del Gobierno central en las que ella misma, como vicepresidenta y ministra de Hacienda, tiene un papel activo y fue especialmente contundente en polémicas como la condonación de la deuda pactada con los independentistas catalanes de ERC y que el ejecutivo andaluz rechaza. «¿A qué familia se le dice que le van a perdonar 19.000 millones de euros y dice que no, que es una trampa?», preguntó Montero, insistiendo que en otas iniciativas como la reforma laboral o las subidas del Salario Mínimo Interprofesional han beneficiado a Andalucía como a pocas otras comunidades. «El Gobierno tiene acento andaluz», ha apuntado.

A la hora de arremeter contra Moreno y su gestión desde que llegó al poder tras las elecciones de 2018, la líder del socialismo andaluz ha enarbolado la bandera de la defensa de la sanidad pública, un «orgullo» construido por los gobiernos socialistas, ha dicho, y que el PP ha puesto en serio peligro a su juicio.

«El PP quiere una sanidad para pobres, una beneficencia», ha criticado Montero, que ha prometido que la sanidad pública andaluza «volverá a ser vanguardia».

La privatización de los servicios públicos, según su teoría, ha alcanzado también a la educación andaluza y el PP ha priorizado, ha afirmado, la educación privada, especialmente en lo que respecta a las universidades.

Sanidad, educación, dependencia… y vivienda. Los problemas de acceso a la vivienda son otra de las prioridades y Montero ha anunciado que van a intervenir el precio, «claro que lo vamos a intervenir», ha dicho.

En resumen, Montero ha venido a decir que todos los avances que ha conseguido Andalucía en los últimos años han sido posibles gracias al Gobierno de Pedro Sánchez y a pesar de Juanma Moreno.

El presidente del Gobierno y su número dos han arrancado formalmente este domingo en Málaga la precampaña para las elecciones autonómicas que en Andalucía podrían celebrarse a partir del mes de marzo que, junto a las regionales de Castilla y León, inauguran un largo calendario en el que no se descarta, incluso, la celebración de unas generales.

En el pabellón de deportes de la Universidad de Málaga (UMA), los socialistas han reunido a algo más de 4.000 militantes llegados en autobuses desde diferentes puntos de Andalucía en una demostración de que el partido en Andalucía, la federación más importante con 40.000 militantes, está ya en modo electoral.

Los socialistas, y muy en particular Montero, se juegan mucho en las elecciones andaluzas. No solo por la apuesta personal de Sánchez que fue la designación de la vicepresidenta y ministra de Hacienda como secretaria general y candidatada a la Junta, sino también patra el propio futuro del líder del PSOE. De lo que pase en Andalucía, del apoyo y la movilización que logren dependerá en buena medida que haya opciones de seguir en La Moncloa una vez que se convoquen elecciones. La comunidad aporta 61 diputados en el Congreso y los socialistas, en medio del desgaste por la corrupción, las cesiones a los independentistas y la debilidad de los partidos a su izquierda, necesitan hasta el último voto.

De momento, las encuestas dibujan un panorama más que complicado para la candidatura socialista, hasta el punto de que Montero, de acuerdo a las estimaciones del llamado CIS andaluz, el Barómetro del Centro de Estudios Andaluces, podría incluso empeorar los ya pésimos resultados que logró su predecesor, Juan Espadas, en la cita electoral de 2022.

Sánchez y Montero han acudido de la mano a Málaga solo dos días después de que en Alhaurín el Grande, a poco más de 23 kilómetros de distancia, Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno celebraran, con huevos fritos y aceite de oliva, su propio estreno preelectoral, en el que el líder del PP puso Andalucía como ejemplo de lo que su formación pretende hacer en España y como demostración de que es posible revertir las políticas socialistas sin recortar derechos ni servicios y que sea un éxito.

 Andalucía // elmundo

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