A Manuel y Piedad , un matrimonio de octogenarios, los encontraron muertos en su piso de Barcelona en agosto de 2019. Los habían matado a puñaladas . Sus cuerpos se localizaron en avanzado estado de descomposición, después de que una vecina alertase a la Guardia Urbana. La puerta del inmueble, que abrió el hijo de la pareja acompañado por los policías, no estaba forzada y tampoco cerrada con llave. No se encontró ADN de ningún sospechoso en el piso, pero todos los indicios recabados por los Mossos d’Esquadra apuntaban a un posible asesino : Marcos F., un comercial que estafó y robó a los ancianos . Ahora la Audiencia de Barcelona le impone dos condenas a prisión permanente revisable por sendos crímenes, con alevosía y ensañamiento , que el tribunal del jurado consideró probados. El fallo también fija que Marcos F. deberá indemnizar con 250.000 euros al hijo y a las dos nietas de la víctima. Fue 18 meses después de los asesinatos, cuando la Policía catalana detuvo al individuo, un comercial, condenado por estafa , que había vendido productos sanitarios al matrimonio de octogenarios que mataron a puñaladas en su piso del barrio de Sants. Ni en la vivienda ni en sus cuerpos había signos de lucha. Las pesquisas de los investigadores llevaron hasta el sospechoso, cuya pista comenzaron a seguir tras localizar algunas facturas en el domicilio. Cuando el grupo de Homicidios tuvo suficientes indicios, el 16 de febrero de 2021 se procedió a su detención. Agentes de las ARRO asaltaron su vivienda en Sant Antoni de Vilamajor a las siete de la mañana. Durante el registro, lo esposaron con las manos a la espalda y, al detectar «un comportamiento errático», uno de los policías activó su cámara unipersonal. «Insistió, haciendo aspavientos, como que se ahogaba, que necesitaba Ventolin [medicamento para el asma] y diciendo que no estaba cómodo», y fue así como accedieron a ‘engrilletarlo’ por delante, relató uno de los policías durante el juicio, que se celebró el pasado octubre. Fue así como intentó suicidarse ingiriendo una pastilla de escopolamina , también como burundanga. Tras haber engañado a los agentes con su supuesto ahogamiento y pedir no ser esposado por la espalda, consiguió hacerse con una de las cápsulas y se la tragó. En unos 20 minutos, entró en un estado de somnolencia. Finalmente, fue trasladado a un hospital donde entró en coma. Allí quedó bajo custodia policial y, tras recuperarse unos días después y pasar a disposición judicial, ingresó en prisión provisional. Las acusación particular y la Fiscalía pedían para el dos condenas de prisión permanente revisable por sendos asesinatos con ensañamiento y alevosía a víctimas especialmente vulnerables , pena que, finalmente, le ha impuesto el tribunal. Noticia Relacionada estandar No El acusado de robar y matar a dos ancianos niega el crimen y dice que se enteró por televisión: «Me quedé impactado» ABC El fiscal califica de «sarta mentiras» las explicaciones del comercial, que se enfrenta a prisión permanente revisable por asesinar a un matrimonio de octogenariosTras casarse, Manuel y Piedad se trasladaron desde Valladolid a Barcelona, donde compraron un piso y tuvieron a su único hijo, Fernando. Durante los últimos años, la salud de ella se había deteriorado. Tras superar un cáncer de mamá, le realizaron un trasplante de córnea y, en 2019, sufrió un ictus. Su marido, de 83 años, se encargaba de cuidarla. En marzo de aquel año, Marcos, comercial de productos sanitarios , apareció en la puerta de su piso de la calle Mosen Amadeu Ollé. Finalmente, consiguió que el hombre confiase en él y cerró así varias ventas por unos cuantos miles de euros. Unos meses más tarde, la noche del 24 al 25 de agosto, la Guardia Urbana localizó los cuerpos sin vida de los octogenarios en el interior del inmueble.« Estamos ante algo que va más allá de la maldad, es perversidad », apuntó el fiscal Félix Martín, durante el primer día de juicio.Noticias relacionadas estandar No CRIMEN DE MANUEL Y PIEDAD El acusado de matar a dos ancianos intentó suicidarse con una pastilla de escopolamina tras ser detenido Elena Burés estandar No CRIMEN DE MANUEL Y PIEDAD Una medalla grabada, 44 llamadas perdidas y una tarjeta bancaria: cronología de un doble asesinato Elena BurésEl ahora condenado perpetró el crimen después de que Manuel descubriese que había tratado de realizar varias extracciones de efectivo con su tarjeta . Primero, en una oficina del Santander próxima al domicilio del matrimonio. Dos intentos, por valor de 600 euros. No sabía la clave, así que no pudo e intentó lo propio en otra oficina de Caixabank en Sant Boi, donde sucedió lo mismo. El banco alertó al anciano y éste la dio de baja. Tanto él como su mujer habían recriminado al comercial lo ocurrido, ya que éste se había llevado con anterioridad su tarjeta y además tenía acceso a sus datos bancarios por las ventas que había efectuado. Para evitar ser descubierto, los mató. Tras ello, sustrajo varias joyas del piso . Algunas incluso grabadas con las fechas de nacimiento del hijo de las víctimas y de la propia Piedad, que empeñó sólo unos días más tarde. Contra el fallo cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. A Manuel y Piedad , un matrimonio de octogenarios, los encontraron muertos en su piso de Barcelona en agosto de 2019. Los habían matado a puñaladas . Sus cuerpos se localizaron en avanzado estado de descomposición, después de que una vecina alertase a la Guardia Urbana. La puerta del inmueble, que abrió el hijo de la pareja acompañado por los policías, no estaba forzada y tampoco cerrada con llave. No se encontró ADN de ningún sospechoso en el piso, pero todos los indicios recabados por los Mossos d’Esquadra apuntaban a un posible asesino : Marcos F., un comercial que estafó y robó a los ancianos . Ahora la Audiencia de Barcelona le impone dos condenas a prisión permanente revisable por sendos crímenes, con alevosía y ensañamiento , que el tribunal del jurado consideró probados. El fallo también fija que Marcos F. deberá indemnizar con 250.000 euros al hijo y a las dos nietas de la víctima. Fue 18 meses después de los asesinatos, cuando la Policía catalana detuvo al individuo, un comercial, condenado por estafa , que había vendido productos sanitarios al matrimonio de octogenarios que mataron a puñaladas en su piso del barrio de Sants. Ni en la vivienda ni en sus cuerpos había signos de lucha. Las pesquisas de los investigadores llevaron hasta el sospechoso, cuya pista comenzaron a seguir tras localizar algunas facturas en el domicilio. Cuando el grupo de Homicidios tuvo suficientes indicios, el 16 de febrero de 2021 se procedió a su detención. Agentes de las ARRO asaltaron su vivienda en Sant Antoni de Vilamajor a las siete de la mañana. Durante el registro, lo esposaron con las manos a la espalda y, al detectar «un comportamiento errático», uno de los policías activó su cámara unipersonal. «Insistió, haciendo aspavientos, como que se ahogaba, que necesitaba Ventolin [medicamento para el asma] y diciendo que no estaba cómodo», y fue así como accedieron a ‘engrilletarlo’ por delante, relató uno de los policías durante el juicio, que se celebró el pasado octubre. Fue así como intentó suicidarse ingiriendo una pastilla de escopolamina , también como burundanga. Tras haber engañado a los agentes con su supuesto ahogamiento y pedir no ser esposado por la espalda, consiguió hacerse con una de las cápsulas y se la tragó. En unos 20 minutos, entró en un estado de somnolencia. Finalmente, fue trasladado a un hospital donde entró en coma. Allí quedó bajo custodia policial y, tras recuperarse unos días después y pasar a disposición judicial, ingresó en prisión provisional. Las acusación particular y la Fiscalía pedían para el dos condenas de prisión permanente revisable por sendos asesinatos con ensañamiento y alevosía a víctimas especialmente vulnerables , pena que, finalmente, le ha impuesto el tribunal. Noticia Relacionada estandar No El acusado de robar y matar a dos ancianos niega el crimen y dice que se enteró por televisión: «Me quedé impactado» ABC El fiscal califica de «sarta mentiras» las explicaciones del comercial, que se enfrenta a prisión permanente revisable por asesinar a un matrimonio de octogenariosTras casarse, Manuel y Piedad se trasladaron desde Valladolid a Barcelona, donde compraron un piso y tuvieron a su único hijo, Fernando. Durante los últimos años, la salud de ella se había deteriorado. Tras superar un cáncer de mamá, le realizaron un trasplante de córnea y, en 2019, sufrió un ictus. Su marido, de 83 años, se encargaba de cuidarla. En marzo de aquel año, Marcos, comercial de productos sanitarios , apareció en la puerta de su piso de la calle Mosen Amadeu Ollé. Finalmente, consiguió que el hombre confiase en él y cerró así varias ventas por unos cuantos miles de euros. Unos meses más tarde, la noche del 24 al 25 de agosto, la Guardia Urbana localizó los cuerpos sin vida de los octogenarios en el interior del inmueble.« Estamos ante algo que va más allá de la maldad, es perversidad », apuntó el fiscal Félix Martín, durante el primer día de juicio.Noticias relacionadas estandar No CRIMEN DE MANUEL Y PIEDAD El acusado de matar a dos ancianos intentó suicidarse con una pastilla de escopolamina tras ser detenido Elena Burés estandar No CRIMEN DE MANUEL Y PIEDAD Una medalla grabada, 44 llamadas perdidas y una tarjeta bancaria: cronología de un doble asesinato Elena BurésEl ahora condenado perpetró el crimen después de que Manuel descubriese que había tratado de realizar varias extracciones de efectivo con su tarjeta . Primero, en una oficina del Santander próxima al domicilio del matrimonio. Dos intentos, por valor de 600 euros. No sabía la clave, así que no pudo e intentó lo propio en otra oficina de Caixabank en Sant Boi, donde sucedió lo mismo. El banco alertó al anciano y éste la dio de baja. Tanto él como su mujer habían recriminado al comercial lo ocurrido, ya que éste se había llevado con anterioridad su tarjeta y además tenía acceso a sus datos bancarios por las ventas que había efectuado. Para evitar ser descubierto, los mató. Tras ello, sustrajo varias joyas del piso . Algunas incluso grabadas con las fechas de nacimiento del hijo de las víctimas y de la propia Piedad, que empeñó sólo unos días más tarde. Contra el fallo cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
El tribunal del jurado consideró probados los crímenes con alevosía y ensañamiento
Manuel y Piedad, un matrimonio de octogenarios, los encontraron muertos en su piso de Barcelona en agosto de 2019. Los habían matado a puñaladas. Sus cuerpos se localizaron en avanzado estado de descomposición, después de que una vecina alertase a la Guardia Urbana. La puerta del inmueble, que abrió el hijo de la pareja acompañado por los policías, no estaba forzada y tampoco cerrada con llave. No se encontró ADN de ningún sospechoso en el piso, pero todos los indicios recabados por los Mossos d’Esquadra apuntaban a un posible asesino: Marcos F., un comercial que estafó y robó a los ancianos. Ahora la Audiencia de Barcelona le impone prisión permanente revisable por sendos crímenes, con alevosía y ensañamiento, que el tribunal del jurado consideró probados.
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