El cambio de Gobierno que se esperaba por la salida de Teresa Ribera de momento será mínimo e interno, sin fichajes. La actual secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, será la nueva ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Según avanza La Vanguardia y ha confirmado EL PAÍS, Aagesen sustituirá a Ribera, quien la semana que viene se prevé que sea ratificada en el pleno del Parlamento Europeo como vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Competencia tras lograr el respaldo de la dirección del Partido Popular Europeo. Aagesen lleva vinculada al ministerio desde 2018 y ocupa su actual cargo desde 2020. Pese a la salida de Ribera, Sánchez mantiene así la cartera de Transición Ecológica como una vicepresidencia, algo poco frecuente en Europa y todo un gesto político en un momento en que en toda Europa y en EEUU crece el poder de los negacionistas del cambio climático.
La secretaria de Estado asumirá la cartera de Transición Ecológica y Reto Demográfico
El cambio de Gobierno que se esperaba por la salida de Teresa Ribera de momento será mínimo e interno, sin fichajes. La actual secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, será la nueva ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Según avanza La Vanguardia y ha confirmado EL PAÍS, Aagesen sustituirá a Ribera, quien la semana que viene se prevé que sea ratificada en el pleno del Parlamento Europeo como vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Competencia tras lograr el respaldo de la dirección del Partido Popular Europeo. Aagesen lleva vinculada al ministerio desde 2018 y ocupa su actual cargo desde 2020. Pese a la salida de Ribera, Sánchez mantiene así la cartera de Transición Ecológica como una vicepresidencia, algo poco frecuente en Europa y todo un gesto político en un momento en que en toda Europa y en EEUU crece el poder de los negacionistas del cambio climático.
Este anuncio se produce después de desbloquearse el nombramiento de Ribera como vicepresidenta ejecutiva de la nueva Comisión Europea de Ursula von der Leyen (Partido Popular Europeo), estando prevista su ratificación la semana que viene una vez superado el veto promovido por el PP de Alberto Núñez Feijóo, aunque aún no ha sido votada toda la Comisión Europea, algo que sucederá el miércoles.
Con este nombramiento, Pedro Sánchez completa los cambios en su Ejecutivo, a los que recientemente se incorporó Óscar López, quien fuera director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, como ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública cubriendo la vacante dejada por José Luis Escrivá tras su designación como nuevo gobernador del Banco de España.
Nacida en Madrid en 1976, Aagesen es ingeniera química por la Universidad Complutense de Madrid, con especialidad de Medio Ambiente, y desde enero de 2020 ejerce como secretaria de Estado de Energía. A lo largo de su trayectoria profesional ha ocupado distintos puestos relacionados con el ámbito de la cartera que pasará a liderar. En 2002 se incorporó a la Oficina de Cambio Climático, donde desarrolló una trayectoria vinculada a la acción por el clima y la transición energética tanto en el marco nacional como internacional.
En círculos del Gobierno y del PSOE había muchos rumores en los últimos días sobre la posibilidad de que Sánchez aprovechara este relevo forzado por el nombramiento de Ribera para hacer un cambio más profundo, con fichajes y movimiento en la cúpula. La cercanía del congreso del PSOE —es el próximo fin de semana— donde también se esperan algunos cambios importantes en la Ejecutiva, la dirección del partido, había desatado las especulaciones sobre un posible paquete de relevos en el Gobierno y en el partido. Sin embargo, la confirmación por parte de La Moncloa, una semana antes del Congreso e incluso antes de que se vote la Comisión Europea en el Parlamento, de que la mano derecha de Ribera y alguien de perfil más técnico que político será quien la releve como vicepresidenta tercera parece una señal en sentido contrario, esto es que Sánchez, como insistían en su entorno aunque nadie acababa de creérselo del todo, no estaba pensando en una gran revolución dentro del Gobierno sino en una minicrisis como esta.
En cualquier caso, los rumores y los nervios en el PSOE no cesan y todos los cuadros intermedios están expectantes ante el congreso del próximo fin de semana, que abrirá el paso a una serie de congresos regionales en los que sí se esperan con seguridad grandes cambios y algunas batallas duras con primarias y enfrentamiento abierto entre varios candidatos. Después del desastroso resultado en las elecciones gallegas, Sánchez ya dejó claro que es urgente en el PSOE hacer renovaciones y consolidar liderazgos regionales para llegar a las próximas elecciones autonómicas de 2027, y algunas antes, con garantías de tener candidatos competitivos frente a un PP que ocupa ya casi todo el poder autonómico y municipal después de un extraordinario resultado en las elecciones de 2023, previas a las generales. Parte de estas dudas empezarán a despejarse en el congreso del PSOE, pero de momento Sánchez ha lanzado un mensaje claro de continuidad y de que no ve necesaria una revolución en el Gobierno un año después de conformarlo y cuando aún tiene que ver si se consolida la legislatura con unos nuevos Presupuestos.
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