Un preso condenado por asesinato ha muerto la madrugada de este lunes tras prender fuego al colchón de su celda. El suceso se ha producido sobre las 3.00 horas, en el módulo 5 de la cárcel de Mas d’Enric (Tarragona). Según ha apuntando el Departamento de Justicia en un comunicado, «todo apunta a que podría tratarse de un suicidio ». El interno se encontraba solo en su celda cuando provocó el fuego. Al ser alertados, los funcionarios acudieron en su auxilio, activaron el protocolo de emergencia y extinguieron las llamas. Fueron los propios trabajadores del pena los que atendieron al preso, antes de que hiciesen lo propio profesionales sanitarios del penal. A pesar de sus esfuerzos, sólo han podido certificar su defunción, probablemente, indica Justicia, por inhalación de humo . Noticia Relacionada CATALUÑA estandar No Buzones de aviso, ropa menos resistente y mayor supervisión en las celdas de aislamiento para prevenir los suicidios en las cárceles Elena Burés Justicia y Salud presentan diez medidas para tratar de atajar las conductas autolíticas en las prisiones catalanas. En lo que va de año, once internos se han quitado la vida en centros del territorioEl interno, clasificado en segundo grado, cumplía una condena de 22 años por un delito de asesinato y tenía previsto obtener la libertad definitiva en 2043.Tras el suceso, la comitiva judicial se ha desplazado en el centro penitenciario e investiga las circunstancias del fallecimiento. Paralelamente, la Dirección General de Asuntos Penitenciarios y la propia prisión están recogiendo toda la información para analizar en profundidad el caso en busca de señales de alerta a tener en cuenta en la mejora constante de los sistemas de prevención. Un preso condenado por asesinato ha muerto la madrugada de este lunes tras prender fuego al colchón de su celda. El suceso se ha producido sobre las 3.00 horas, en el módulo 5 de la cárcel de Mas d’Enric (Tarragona). Según ha apuntando el Departamento de Justicia en un comunicado, «todo apunta a que podría tratarse de un suicidio ». El interno se encontraba solo en su celda cuando provocó el fuego. Al ser alertados, los funcionarios acudieron en su auxilio, activaron el protocolo de emergencia y extinguieron las llamas. Fueron los propios trabajadores del pena los que atendieron al preso, antes de que hiciesen lo propio profesionales sanitarios del penal. A pesar de sus esfuerzos, sólo han podido certificar su defunción, probablemente, indica Justicia, por inhalación de humo . Noticia Relacionada CATALUÑA estandar No Buzones de aviso, ropa menos resistente y mayor supervisión en las celdas de aislamiento para prevenir los suicidios en las cárceles Elena Burés Justicia y Salud presentan diez medidas para tratar de atajar las conductas autolíticas en las prisiones catalanas. En lo que va de año, once internos se han quitado la vida en centros del territorioEl interno, clasificado en segundo grado, cumplía una condena de 22 años por un delito de asesinato y tenía previsto obtener la libertad definitiva en 2043.Tras el suceso, la comitiva judicial se ha desplazado en el centro penitenciario e investiga las circunstancias del fallecimiento. Paralelamente, la Dirección General de Asuntos Penitenciarios y la propia prisión están recogiendo toda la información para analizar en profundidad el caso en busca de señales de alerta a tener en cuenta en la mejora constante de los sistemas de prevención.
Justicia apunta que podría tratarse de un suicidio
Un preso condenado por asesinato ha muerto la madrugada de este lunes tras prender fuego al colchón de su celda. El suceso se ha producido sobre las 3.00 horas, en el módulo 5 de la cárcel de Mas d’Enric (Tarragona). Según ha apuntando el Departamento de Justicia en un comunicado, «todo apunta a que podría tratarse de un suicidio».
El interno se encontraba solo en su celda cuando provocó el fuego. Al ser alertados, los funcionarios acudieron en su auxilio, activaron el protocolo de emergencia y extinguieron las llamas.
Fueron los propios trabajadores del pena los que atendieron al preso, antes de que hiciesen lo propio profesionales sanitarios del penal. A pesar de sus esfuerzos, sólo han podido certificar su defunción, probablemente, indica Justicia, por inhalación de humo.
El interno, clasificado en segundo grado, cumplía una condena de 22 años por un delito de asesinato y tenía previsto obtener la libertad definitiva en 2043.
Tras el suceso, la comitiva judicial se ha desplazado en el centro penitenciario e investiga las circunstancias del fallecimiento. Paralelamente, la Dirección General de Asuntos Penitenciarios y la propia prisión están recogiendo toda la información para analizar en profundidad el caso en busca de señales de alerta a tener en cuenta en la mejora constante de los sistemas de prevención.
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