Pocas cosas le falta lograr en la industria del entretenimiento a alguien con estatus de EGOT, ganador de cuatro premios tan dispares como el Emmy televisivo, el Grammy musical, el Oscar cinematográfico y el Tony teatral. Viola Davis (Estados Unidos, 59 años) es una de las pocas personas que lo ha conseguido. En concreto, es la número 18 de la historia. Después de hacerlo, ha roto un techo de cristal improbable e inesperado: ser la primera mujer afroamericana en convertirse, cumplidos los 50, en estrella de cine de acción. Tras grabar a Ciudad del Cabo (Sudáfrica) The Woman King, regresaba allí a principios de 2024 para completar G20. Esta película dirigida por Patricia Riggen se estrena este 10 de abril Prime Video y no oculta su inspiración en los éxitos que el género de acción cosechó en la década de los noventa, en concreto en La jungla de cristal de Bruce Willis y en Air Force One de Harrison Ford.
La prestigiosa actriz dramática regresa al cine de acción con ‘G20’, película que estrena este jueves Prime Video y en la que interpreta a una ‘tipa dura’ que, además, es la presidenta de los Estados Unidos
Pocas cosas le falta lograr en la industria del entretenimiento a alguien con estatus de EGOT, ganador de cuatro premios tan dispares como el Emmy televisivo, el Grammy musical, el Oscar cinematográfico y el Tony teatral. Viola Davis (Estados Unidos, 59 años) es una de las pocas personas que lo ha conseguido. En concreto, es la número 18 de la historia. Después de hacerlo, ha roto un techo de cristal improbable e inesperado: ser la primera mujer afroamericana en convertirse, cumplidos los 50, en estrella de cine de acción. Tras grabar a Ciudad del Cabo (Sudáfrica) The Woman King, regresaba allí a principios de 2024 para completar G20. Esta película dirigida por Patricia Riggen se estrena este 10 de abril Prime Video y no oculta su inspiración en los éxitos que el género de acción cosechó en la década de los noventa, en concreto en La jungla de cristal de Bruce Willis y en Air Force One de Harrison Ford.
Cuando un grupo armado ataca una cumbre del G20 celebrada en Sudáfrica, la presidenta de Estados Unidos, Danielle Sutton (Viola Davis), se convierte en el objetivo principal. Después de evitar ser capturada por los atacantes, recurre a su experiencia como exmilitar preparada para el combate para proteger a su familia, defender su país y salvar a los líderes mundiales. G20 va más allá de que una mujer negra interprete a la presidenta de los Estados Unidos. “Se trata de controlar tu propia narrativa, que en mi caso es la forma con la que me gano la vida”, explica la actriz en un descanso de la grabación en Sudáfrica, a la que acudió este periódico invitado por la plataforma de contenido a la carta.
Para lograrlo, Davis fundó junto a su marido, Julius Tennon, JuVee Productions. Su compañía crea contenidos en cine, televisión y teatro con los que intentan impulsar la diversidad en la industria de la cultura y el entretenimiento. “Lo hice para no depender de lo que los estudios de cine y televisión puedan ofrecerte, porque puede ser un material que no tiene nada que ver con lo que deseas hacer. Si está en tu mano, tú misma tienes que ser el cambio que buscas y buscar tus propias historias. Tienes que enseñar al mundo cómo debe tratarte”, comenta la actriz.
“Una vez, cuando estaba presentando La duda junto a Meryl Streep en el Lincoln Center de Nueva York, a ella le preguntaron sobre qué tipo de historias le gustaría contar. Ella contestó: ‘Cuántas personas hay en este recinto, ¿800? Pues tantas historias como personas haya’. Yo pienso lo mismo. Quiero contar un rango de historias ilimitado”, dice la estadounidense. “Cuando de niña me contaban cuentos, había veces que no quería ser la princesa que espera, sino la guerrera que le cortaba la cabeza al dragón. Y esta es mi oportunidad para hacer que esos sueños sean más reales para las personas a las que nos han incluido de ellos”, celebra.

Espectacularidad y profundidad de personajes
Llena de falso sudor y magulladuras creadas con maquillaje, Viola Davis afronta las últimas jornadas de grabación subida a un helicóptero rodeado de pantallas verdes. El gigantesco vehículo va a ser el protagonista de una de las escenas más espectaculares de la película. “Vengo de rodar The Woman King, donde me pasé en escenas de acción cinco horas al día durante tres meses, así que el entrenamiento para G20 ya lo tengo hecho”, admite la actriz, que ha prescindido de dobles de acción durante buena parte de la jornada.
El productor de G20, Andrew Lazar, y la directora de la película, Patricia Riggen, quien se ha encargado con anterioridad de varios episodios de las series Jack Ryan y Dopesick, buscaban darle un giro al género de acción, más allá de tener a una mujer al frente del reparto. “A menudo, las grandes películas de acción están tan centradas en ser espectaculares que pierden el foco a la hora de construir personajes complejos que también generen emociones en el espectador”, comenta Lazar en el set sudafricano de la película.
Que el relato tuviera “los pies en la tierra”, insiste el productor, con una presidenta de los Estados Unidos que, además de salvar al mundo, sea madre de hijos adolescentes, hizo que la historia dejara de ambientarse en Gibraltar, como era el plan original, para hacerlo en un lugar como Ciudad del Cabo, lo suficientemente grande como para acoger un encuentro internacional como es el G20.
La capital legislativa de Sudáfrica es desde hace años un importante lugar de filmación para proyectos internacionales. Mientras esta película se rueda a principios de 2024 en otra parte de la ciudad, los gigantescos estudios de grabación que se sitúan a las afueras alojan proyectos como la tercera temporada del universo fantástico de La rueda del tiempo, de Prime Video, y la segunda de la adaptación en acción real que Netflix ha hecho del popular y longevo anime One Piece.
Un villano a la altura
Antony Star, el actor que protagoniza la sarcástica serie de superhéroes The Boys, también en el catálogo de Prime Video, parecía la opción perfecta para encarnar a Rutledge. Se trata de un villano que, precisamente, recuerda al terrorista alemán Hans Gruber con el que Alan Rickman debutó en el cine en La jungla de cristal.

Tanto Davis como su marido han formado parte en su labor de productores del proceso de casting que eligió a Star para este papel antagonista. Más allá de la química necesaria entre ambos, lo que la actriz vio en él fue “un determinado compromiso con esta profesión que le lleva a ir un paso más lejos de lo normal para lograr que sus personajes sean memorables”, apunta la estadounidense sobre su compañero de reparto.
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